Fundado en 1910

Varios pensionistas juegan al dominó en un parque de Madrid.EP

La reforma de pensiones de Escrivá pincha en la jubilación anticipada: solo reduce el gasto un 0,02 %

La ley establece porcentajes de reducción que van del 0,5 % hasta el 30 % en función del periodo cotizado y los meses que se adelanta la jubilación

Las jubilaciones anticipadas se han reducido como consecuencia de la última reforma del sistema de pensiones. Sin embargo, ello no ha supuesto un ahorro significativo para garantizar la sostenibilidad, ya que apenas supone un descenso de 0,02 puntos porcentuales del gasto sobre el PIB.

La reforma de las pensiones de José Luis Escrivá tenía como objetivo acerca la edad efectiva de jubilación a la edad legal para reducir el importante agujero en el sistema. Para ello se modificaron los coeficientes reductores por jubilación anticipada voluntaria, así como se aumentó la bonificación por demora más allá de la edad legal para los que tenían menos años cotizados.

Aunque el propio texto reconocía la poca utilidad en términos económicos a medio plazo –el ahorro por menos pensiones se compensaría con un aumento de la pensión mínima inicial–, el Ejecutivo estimaba que una mayor edad de jubilación efectiva implicaría un aumento de la tasa de actividad de la población mayor, impulsando el PIB.

La ley establece porcentajes de reducción que van del 0,5 % hasta el 30 % en función del periodo cotizado y los meses que se adelanta la jubilación.

Sin embargo, este estímulo no ha conseguido limitar el gasto, como demuestra el último informe de Fedea sobre la jubilación anticipada de la ley, que muestra que un aumento de un año de la edad efectiva de retiro apenas supone una reducción de 0,02 puntos porcentuales del PIB a largo plazo.

De acuerdo con la metodología utilizada, en el caso de que ese retraso de la edad efectiva implique una subida del PIB, que según Fedea sería del 2,2 % en 2050, el ahorro del gasto en pensiones pasaría a ser de 0,22 puntos del PIB, un ahorro «poco importante y muy por debajo» de lo estimado por el Ministerio y por la AIReF.

No obstante, la institución que dirige Ángel de la Fuente señala que la normativa sí ha tenido efecto en la jubilación anticipada, que ha pasado de suponer el 43,8 % y 64,14 años de media en 2015, al 34,1 % y 65,07 años en marzo de 2024. Este cambio se vio especialmente entre 2022 y 2023, cuando esta modalidad cayó tres puntos porcentuales en apenas un año.

En el caso de las altas por jubilación demorada, han pasado del 4,7 % al 10,7 % en ese mismo periodo.

Dudas de los efectos de la reforma

Los autores del estudio destacan que la reducción del gasto en pensiones sobre el PIB no se puede medir en un plazo tan corto de aplicación de la ley «y también resultará muy difícil medir a largo plazo».

«En cualquier caso, el aumento de la edad efectiva va acompañado de un aumento de la pensión media al aplicar menores penalizaciones por jubilación anticipada y mayores bonificaciones por jubilación demorada, por lo que el aumento de la edad efectiva y, por tanto, menos años de cobro de la pensión, y el aumento de la pensión media tienen efectos de distinto signo sobre el gasto en pensiones y el efecto total es difícil de precisar», señalan.

Además, el informe señala que, una vez se dispongan de datos reales a largo plazo, «será difícil cuantificar qué parte del efecto es debido al beneficio percibido por cada pensionista, al generado por la aplicación de la Ley 27/2011 o el causado por la última reforma de pensiones».