Las empresas chinas presionan a su Gobierno para vengarse de Europa por los aranceles
La presión china se centra en el campo europeo, receptor de 387.000 millones de euros entre 2021 y 2027 de los presupuestos comunitarios
Las empresas chinas están pidiendo al Gobierno de Xi Jinping que responda de forma contundente a la propuesta de imposición de aranceles de la Comisión Europea sobre las importaciones de vehículos eléctricos procedentes del gigante asiático.
Según medios estatales chinos, la imposición de trabas comerciales de hasta el 48 % a las exportaciones de coches fabricados por BYD, SAIC o Geely, entre otras empresas, desde el próximo 4 de julio, puede elevar las tensiones políticas entre Bruselas y Pekín.
En este caso, China ha llegado a valorar la imposición de aranceles del 25 % a las grandes empresas de la automoción que podrían costarle hasta 4.000 millones de euros en intercambios comerciales a la industria, según el Instituto Económico Kiel.
Sin embargo, el sector del automóvil no sería el único afectado. Las empresas del país han solicitado formalmente al Gobierno de su país una investigación antidumping sobre las importaciones de carne de cerdo procedentes de la Unión Europea valoradas en más de 2.808 millones de euros.
Asimismo, también se está planteando pedir por la patronal de la alimentación del país la apertura de un expediente de investigación antisubsidios sobre las importaciones de algunos productos lácteos comunitarios que podrían apuntar a, entre otros productos, el suero en polvo, la nata y la leche fresca valoradas en 1.700 millones de euros, según datos de cierre de 2022 ofrecidos por la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea.
Mientras tanto, China sí que ha tomado la delantera y abierto investigaciones sobre varios productos europeos. Entre ellos, el brandy cuyo mercado lleva evaluando Pekín desde enero en un claro movimiento que parece estar dirigido contra Francia ya que casi todo el brandy europeo exportado a China procede del territorio galo.
Además, en mayo el Ejecutivo chino abrió una investigación antidumping sobre los copolímeros POM, un tipo de plástico de ingeniería, importado desde la UE, Estados Unidos, Japón y Taiwán.