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José María Rotellar

Diez años del reinado de Don Felipe: la monarquía como impulso de la economía

Bajo otro régimen, ningún gobierno habría podido conseguir este impulso económico, pues el elemento de confianza, seguridad, certidumbre y fiabilidad que la Corona da a la economía española no habría existido

Su Majestad Felipe VI, cumple este miércoles, 19 de junio, diez años desde desde que heredó la Corona. Desde entonces se ha convertido en un Rey ejemplar. Desde la prudencia y el cumplimiento escrupuloso de sus obligaciones constitucionales, ha continuado con la gran labor que la Monarquía ha realizado históricamente en España. Una labor que revierte en un gran impulso a la economía nacional que de otra manera habría sido difícil de lograr. Al menos con la intensidad que ha tenido en los casi últimos cincuenta años.

Don Felipe, en una de las nuevas imágenes difundidas por la Casa del ReyCasa del Rey

Así, en el período en que Su Majestad don Juan Carlos I reinó en España –entre el 22 de noviembre de 1975 y el 19 de junio de 2014–, España se transformó de manera completa. Fueron casi cuarenta años durante los cuales el impulso económico sembrado durante los años sesenta, con la industrialización y la creación de una hasta entonces inexistente extensa clase media, base de nuestra prosperidad, incorporando, a ese auge económico iniciado anteriormente, la libertad y la concordia entre todos los españoles.

Bajo el reinado de Juan Carlos I se aprobó y refrendó la Constitución vigente, que ahora quieren derribar algunos

Bajo su reinado se pasó de un régimen autoritario –muy suavizado en sus últimos años, pero autoritario en todo caso– a un régimen democrático de libertad; se legalizó al PCE sobre la base de la aceptación de éstos de la bandera nacional de todos los españoles, de la legalidad, de la reconciliación y de la Monarquía; se convocaron elecciones libres para cortes constituyentes, como he dicho; se aprobó y refrendó por los españoles la Constitución vigente, que ahora quieren derribar algunos; del mismo modo, don Juan Carlos abortó el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981; y bajo su reinado, España ingresó en la OTAN.

Todo ello, abrió el camino hacia un nuevo desarrollo económico, con la incorporación de España al Mercado Común. Asimismo, se acometió la necesaria reindustrialización y se mejoró el sector servicios.

España consolidó su atractivo turístico y cultural cuando fue escaparate en el mundo al cumplirse el quinto centenario de la mayor hazaña de la humanidad, el descubrimiento del Nuevo Mundo, por mucho que ahora unos fanáticos lo critiquen: así, con toda su importancia también en la parte económica, en 1992 se celebraron los Juegos Olímpicos en Barcelona, la Exposición Universal en Sevilla, y la capitalidad cultural en Madrid.

España fue socio fundador del euro, cumpliendo con buena nota los exigentes criterios de convergencia económica

Del mismo modo, España fue socio fundador del euro, cumpliendo con buena nota los exigentes criterios de convergencia económica, conocidos como «criterios de Maastricht»: en su reinado, España consiguió llegar a primeros de mayo de 1998, cuando se decidían qué países formarían la moneda única, con un déficit público inferior al 3 % del PIB; una deuda pública descendiendo firmemente hacia el 60 % del PIB; una estabilidad cambiaria; y una inflación y tipos de interés en el entorno de la media de los países con más bajos registros de ambas variables.

En todo ese tiempo, la economía creció y pasó, en términos corrientes, de 36.290,3 millones de euros en 1975 a 1,032 billones de euros en 2014.

Con Don Felipe, en ocho años –los disponibles, ya que el último dato publicado por el INE es 2022–, el PIB nominal en términos corrientes añadió otros 313.739 millones de euros. Si en el reinado de Don Juan Carlos el PIB nominal en términos corrientes se incremento de forma importantísima, 25.546 millones de euros al año, con Don Felipe esa media se ha incrementado, con un aumento anual de 39.217 millones de euros.

Eso impulsó enormemente el PIB per cápita nacional en el reinado de Don Juan Carlos, que partió de 2.840,57 euros de 1975 y que llegó a 22.218 euros de 2014.

Con Don Felipe, el PIB per cápita español en términos corrientes se ha incrementado en los ocho años para los que hay datos disponibles, en otros 5.934 euros, hasta 28.162 euros, con un aumento en el período de un 26,70 %.

En el mercado laboral, durante el reinado de Don Juan Carlos se pasó de poco más de 12 millones de ocupados al terminar 1975 a más de 17 millones de personas trabajando.

Durante el reinado de Don Felipe, en diez años –aquí sí que hay datos hasta el primer trimestre de 2024– el empleo ha aumentado en otros 3.897.000 ocupados, un 22,46 %.

De manera agregada, durante todo el período de la Monarquía desde la Restauración en Don Juan Carlos hasta el momento actual con Don Felipe, el PIB en términos constantes se ha incrementado en más de un 160 % (1975-2022, últimos datos disponibles)

Asimismo, el PIB per cápita, en términos constantes, prácticamente se ha doblado. Es decir, la prosperidad de los españoles se ha doblado.

La Monarquía muestra así su positivo e importante papel como elemento esencial del régimen constitucional que protagoniza. Bajo otro régimen, ningún gobierno habría podido conseguir este impulso económico, pues el elemento de confianza, seguridad, certidumbre y fiabilidad que la Corona da a la economía española, no habría existido.

Impulso a la inversión

Don Felipe, al suceder a su padre, ha logrado mantener e incluso mejorar el impulso que la Monarquía da a la economía. Su papel arbitral y su prestigio internacional permite que la economía española se beneficie de una serie de inversiones extranjeras que no llegarían sin la Corona, pues otros elementos que pueden deteriorar la confianza en la economía española son compensados, al menos en parte, por el prestigio internacional de Don Felipe, bien ganado durante años de preparación y confirmado y acrecentado en esta década de su reinado. Sus lazos con Iberoamérica, establecidos cuando era Príncipe de Asturias y fortalecidos durante su reinado, procuran una fuente de soluciones a muchos problemas que lo serían mayores sin el prestigio del Rey.

El magnífico crecimiento económico del reinado de Don Juan Carlos ha encontrado continuación en el reinado de Don Felipe

De esta manera, el magnífico crecimiento económico del reinado de Don Juan Carlos ha encontrado continuación en el reinado de Don Felipe, bajo cuyo reinado, España logró salir de la crisis anterior, en la que estuvo inmersa durante siete años y lo hizo con fuerza, sorteando la crisis del coronavirus y una inestabilidad política que genera incertidumbre, compensada con la seguridad y la certidumbre que la Corona, encarnada ejemplarmente ahora en Don Felipe y antes en Don Juan Carlos, da a la economía española.

Ojalá que la Monarquía sobreviva y don Felipe pueda seguir siendo así el gran Rey que es, como lo será en su día, sin duda, doña Leonor como Reina. Si eso sucede –esperemos que sí– habremos salvado la Monarquía parlamentaria y constitucional, que el tiempo ha demostrado que es el mejor régimen para España y que ha impulsado la prosperidad de manera clara, como demuestran los datos económicos de los reinados de Don Juan Carlos y de Don Felipe, expuestos en este artículo, que merecen toda nuestra gratitud al conmemorar el décimo aniversario de la proclamación de Don Felipe. ¡Viva el Rey! ¡Viva España!

  • José María Rotellar es profesor y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria