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Manuel Giménez, en la redacción de El DebatePaula Argüelles

Entrevista | Manuel Giménez (Spain Data Centers)

«La burocracia en España es un verdadero obstáculo para el crecimiento económico»

El director ejecutivo de la asociación española de centros de datos resalta la conveniencia de que éstos se sitúen en España: «La soberanía del dato es imprescindible»

En medio de una catarata de anuncios, por parte de grandes compañías tecnológicas, para erigir centros de datos en España, el director ejecutivo de la asociación que agrupa en España a las principales compañías del sector atiende a El Debate para abordar los retos del sector. Con más de un centenar de instalaciones ya operativas en España, Manuel Giménez, ex consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, representa a más de 170 empresas, entre ellas empresas digitales como Huawei pero también industriales como Siemens y compañías del sector inmobiliario como Merlin.

«En 2022 hubo en España más de 400.000 empleos directa o indirectamente relacionados con los data centers, más que en sectores como la construcción aeronáutica o los talleres de automóviles», subraya. «La industria 4.0 no sería posible sin los centros de datos, ni tampoco las reservas de billetes de avión, las reservas de hoteles, las reservas de restaurantes, las citas médicas, las redes sociales, los pagos digitales...», añade.

– Últimamente se han sucedido los grandes anuncios para erigir centros de datos en España ¿Por qué?

– Por diferentes razones. Una es el desplazamiento al cloud, la nube, de gran parte de la economía. Eso tiene un efecto catalizador de la inversión. El segundo elemento es que hay otros países, particularmente en el centro de Europa continental y el Reino Unido que están muy por delante de España. La dotación de infraestructura digital en Países Bajos, por ejemplo, per cápita, es diez veces menor a la de España. Aquí estaba por desarrollar. El fenómeno ha sucedido más tarde, pero con mayor intensidad. Eso es bueno porque ha hecho que [los centros de datos construidos en España] sean sostenible de forma nativa.

Es importante que el centro de datos esté en España para generar conocimiento para la economía española

– ¿El centro de datos tiene que estar cerca del destino final?

– El centro de datos es como un hotel o como un aeropuerto. Es el facilitador de la actividad. A nadie se le ocurriría plantear infraestructuras que estén alejadas de los polos de actividad. Además, necesariamente han de estar próximos entre sí, por latencias, por el tiempo que se tarda en dar la respuesta al usuario. Y por seguridad. Algo tan sencillo como un pago en el supermercado se necesita enlazar al menos una decena de comunicaciones entre centros de datos, bancos, etc. No necesariamente tiene que estar cerca de la actividad económica, pero sí es importante que esté en España, porque va a estar trabajando en español. Va a estar generando conocimiento para la economía española y va a estar usando datos que son importantes para los españoles. Y la soberanía del dato y la competitividad de nuestra economía son dos elementos absolutamente imprescindibles para el desarrollo seguro de la economía digital en España.

Llevamos muchos años sin que se realice una inversión en la red que no sea de mantenimiento

– Spain DC ha cifrado en 38.000 millones las inversiones que se podrían perder si no se actualizan las redes eléctricas. Transición Ecológica ha sacado a consulta pública una actualización de los límites. ¿Qué valoración hacen?

– Hay dos elementos que son absolutamente fundamentales en este proceso. El primero es el Plan de Transporte de Energía Eléctrica 2025 - 2030. España no tiene un problema de generación de energía, tiene un problema de transporte. Se produce tres veces más energía de la que consume. Es necesario que la red se fortalezca y se desarrolle. Llevamos muchos años sin que se realice una inversión que no sea de mantenimiento. A nadie se le ocurriría pensar que España puede transitar hacia la economía del dato sin que las redes de transporte de energía eléctrica sean mucho más robustas y abundantes. Es como si la revolución industrial se hubiera hecho con las calzadas romanas y con un con una yunta de bueyes. Tanto la inversión en redes de transporte como la inversión en redes de distribución, que no es lo mismo, tienen limitada por ley el alcance del volumen que pueden tener año a año. Y esto carece de sentido. La excusa de que se hace para no incrementar los los peajes, los costes de mantenimiento de la red, no se sostiene. Esperamos que esa consulta pública resulte en una efectiva modificación del sistema de planificación de la red de electricidad en España. Pero tiene que ir más allá. Primero está el plan de transporte de energía eléctrica. Y después y varios escalones por debajo en relevancia, aunque también es imprescindible, esa modificación o esa supresión del límite a la inversión.

Giménez, durante la entrevistaPaula Argüelles

– ¿Cuánto estiman que se podría perder en inversiones si esto no se realiza, más allá de los 38.000 millones que estiman en Madrid?

– Madrid concita una parte muy importante de esa inversión en España. Entre el 65 y el 75 %. Si no se produce ese crecimiento en el polo de hiperconectividad que es Madrid, es muy difícil, por no decir imposible, que el resto de industrias vinculadas con los centros de datos se desarrolle. Por supuesto que habrá actores que tienen capacidades de movilización propias, como es el caso de Microsoft o de MSI. Son los denominados hiperescalares, que no condicionan su decisión a la existencia de ningún ecosistema. Pero más allá de ello, es absolutamente necesario que el ecosistema que tiene una pieza importante, imprescindible en Madrid, se desarrolle. Además que esos 38.000 millones de euros que se invertirían si logramos un suficiente desarrollo de las redes de transporte de energía en la Comunidad de Madrid tienen un impacto en la generación de riqueza, de empleo y de oportunidades en toda España. Una gran parte de esa inversión, evidentemente, no se queda en Madrid.

– Pero entonces los centros de datos no son una oportunidad para la llamada España Vaciada

– Primero, eso no es cierto. Es una oportunidad para el conjunto del país, para la España vaciada y para la España no vaciada. Hay muchísima producción industrial que se sitúa en Castilla y León, en Castilla-La Mancha, en Cataluña, en el País Vasco, de equipamientos electromecánicos, de suministros de todo tipo. Hay muchas empresas del sector de la construcción y de la ingeniería que tienen su domicilio en Castilla-La Mancha, en Aragón, en Galicia, en Asturias… que han crecido exponencialmente gracias a la industria del datacenter. Por supuesto que es una oportunidad para el conjunto del país. Ahora bien, si lo que me dice es que hay que llevar el centro de datos a Ronda, que es de donde yo soy, digo que no. Las infraestructuras tienen que estar en el lugar en el que rinden su máximo, en el que se optimiza su impacto positivo en la economía y en la vida de los españoles. Si nos empeñamos en sacar a los centros de datos del lugar en el que son útiles para el crecimiento económico por una mal entendida voluntad de llenado de la España vaciada, todas esas compañías de Valencia, de Extremadura, de Aragón, de Asturias perderían su sustento.

– ¿Cómo va a transformar el sector la inteligencia artificial?

– La inteligencia artificial va a transformar todos los sectores de la economía y de la vida. Generará otra serie de necesidades, de las que aún hoy no somos suficientemente conscientes. Tampoco tampoco lo son las propias compañías. Todos los procesos industriales, la investigación médica, la innovación en materia de tratamientos contra el cáncer, por ejemplo, se van a revolucionar. Para mejor. Favorecerá su crecimiento, pero planteará otras muchas necesidades para que a medida que la que la IA resulta necesaria para la innovación médica y educativa, para la resolución de problemas. Los centros de datos serán cada vez más sensibles, más importantes, más estratégicos para un país y, por tanto, sus requisitos en términos de garantía del suministro eléctrico, de seguridad física y ciberseguridad serán cada vez más exigentes. Y entrará a contar ese elemento del que hablábamos antes, que es la importancia de la soberanía del dato.

Cada dos años se renueva la tecnología de los centros de datos, pero en España se tarda cuatro en construirlos

– ¿Hay un exceso de burocracia en España?

– Hay muchísimo trámite farragoso, excesivo, y hay muchísima heterogeneidad entre entre diferentes administraciones. No me refiero a diferentes niveles de administración, sino al mismo nivel en diferentes administraciones. Es necesario evaluar trámites ante las autoridades locales, autonómicas y nacionales. Cada Ayuntamiento tiene su propia lectura de la norma. Cada comunidad autónoma tiene su propia lectura de la norma. Sería deseable muchísima más congruencia y muchísima más celeridad. Tenemos que ser conscientes como país, que la tramitación, la burocracia en España es un verdadero obstáculo para el crecimiento económico. En el caso de los datacenters lo es. El ciclo tecnológico de un centro de datos es de unos dos años. Cada dos años se renueva, cambia la tecnología, pero se tarda cuatro años en construirlos. Es decir, si vale para desarrollar íntegramente un proyecto tenemos que dilatarnos dos ciclos industriales. Imagine el nivel de frustración que tienen los inversores que vienen a gastarse muchos cientos de millones de euros.

– Muchas veces se ha cuestionado el impacto ecológico de los centros de datos. Consumen mucha energía, y también se ha cuestionado el consumo de agua

– Consumen mucha energía, pero consumiría muchísima más energía no tenerlos. Son infinitamente más eficientes que cualquier cuarto de servidores que pueda tener una empresa en su sótano. Al margen de ser infinitamente más seguros y de abrir unas posibilidades infinitamente superiores, de comunicación, de digitalización y de creación de valor. La energía que usan los centros de datos es 100 % verde en España, 100 % renovable. No solo no solo son climáticamente mejores que el escenario alternativo, que es no tenerlos, sino que además es un motor para el desarrollo de energías renovables en nuestro país, porque los promotores de energías renovables saben que tienen un consumidor fiable, estable y de largo plazo. Desde el desconocimiento se dice que utilizan agua. Los centros de datos en España se incorporan en un momento de la tecnología en la que ya no se consume agua. Es un circuito cerrado. Funciona de una manera similar al de cualquier sistema de aire acondicionado o frigorífico. Los depósitos se llenan en el momento de arrancar la actividad y ya no se vuelve a gastar agua. Estamos hablando de cantidades absolutamente ínfimas y el argumento de que los centros de datos consumen agua atiende a una voluntad de desinformar.