Lorenzo Amor: «Al Gobierno no le interesa ahora dialogar con los autónomos. Estamos discriminados»
El representante de una de las principales asociaciones de autónomos (ATA) no está contento con el trato que recibe del Gobierno, y explica los motivos
Lorenzo Amor preside desde el año 2004 la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), una de las organizaciones más representativas de este tipo de trabajadores, junto con UPTA. Aprovechando la reciente polémica de la petición de devolución de ayudas de la pandemia a los autónomos, abordamos con él diferentes temas de actualidad.
–Se está pidiendo a los autónomos que devuelvan las ayudas de la pandemia. ¿Cómo evoluciona la cuestión?
–Sin duda, es un asunto candente que está afectando a muchos autónomos. En torno a 150.000 han recibido una carta en la que se les solicita la devolución de las ayudas que se les dieron en la pandemia por diferentes motivos. Lo chocante es que el propio Tribunal de Cuentas, en su informe, señala que la mala regulación ha generado indefensión e inseguridad jurídica en los administrados. El propio Tribunal de Cuentas indica lo que ya ATA venía señalando en su momento: que hubo inseguridad jurídica.
Pocas ayudas tendrían que devolverse cuando los autónomos sufrieron no solo el cierre de sus negocios o actividades, sino incluso el llamado confinamiento y todo lo que supuso
–No era un momento fácil.
–Es verdad: hubo que legislar deprisa y corriendo, pero se generaron siete modificaciones sobre una norma; modificaciones que generaron indefensión e inseguridad jurídica. Esto es lo que ha provocado que en estos momentos, lo que eran ayudas provisionales, cuando han pasado a ser definitivas, en 150.000 casos se tengan que devolver. Está en sintonía con lo que suelen ser otras líneas de ayuda. Cuando se conceden, hay una parte que no reúne los requisitos, pero, en este caso, la pandemia fue un momento muy delicado para los autónomos y todos los españoles. Creo que pocas ayudas se tendrían que devolver, porque fueron muchos autónomos los que sufrieron no solo el cierre de sus negocios o actividades, sino incluso el llamado confinamiento y todo lo que supuso.
–¿Afectará finalmente a tantos?
–Una vez que terminen las reclamaciones previas que están haciendo las mutuas y las correspondientes alegaciones que presentan los autónomos, creemos que se reducirá a entre 70.000-80.000 autónomos. Los autónomos no solo tendrán que devolver las prestaciones; también las cotizaciones sociales que les fueron bonificadas en aquel momento. Hemos pedido, tanto ATA como UPTA, que se amplíe el plazo para la reclamación previa (de las ayudas a los autónomos) de diez días a treinta días. También que, al ser devoluciones que en muchos casos pueden llegar hasta los 6.000 euros, que se establezca la posibilidad de un aplazamiento inmediato de hasta 24 meses para que estos autónomos puedan devolverla. Para muchos va a ser un palo.
–Aún no han respondido a estas peticiones.
–No. Llevo desde 2004 como presidente de esta asociación de autónomos, y está ocurriendo algo que nunca había sucedido. Desde que se inició la legislatura, no conozco el despacho de ninguno de los ministros. El diálogo social con los autónomos no ha arrancado en esta legislatura, aunque llevamos ya prácticamente casi diez meses en ella. No hemos tenido reunión con la ministra de Seguridad Social ni con la ministra de Trabajo ni con Hacienda ni con Industria.
Lo habitual es que cada vez que entra un ministro o una ministra llame a los representantes de los autónomos, pero en esta legislatura no ha ocurrido
–La nueva ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, pedía hace unos días su opinión por la prensa.
–Decía que echaba de menos mi valoración sobre el nuevo modelo de cotización. Contesté que no me importaría explicárselo personalmente. Cuando tengo que hablar con una ministra, no suelo hablar por la prensa. Hablo directamente. El problema es que se ve que en estos momentos no interesa el diálogo con los autónomos.
–¿Tampoco se han puesto en contacto con usted a raíz de este intercambio de pareceres que han tenido en las redes sociales?
–Ni mucho menos. Pero no solamente conmigo. Tampoco con UPTA. No se ha convocado ninguna mesa de diálogo social de autónomos, algo que ha venido siendo habitual en el Ministerio de Trabajo, en el de Seguridad Social y en otros. Hemos estado dos años, por ejemplo, con el Ministerio de Hacienda, preparando una propuesta de lo que debe ser el sistema impositivo de los autónomos en el futuro. Desde que se terminaron los trabajos, no hemos vuelto a tener respuesta.
–¿A qué cree que se debe? ¿Quizá a que estén intentando que entren otras asociaciones, como ocurre con la CEOE?
–No creo que sea así en este caso, porque organizaciones representativas de los autónomos estamos tres: nosotros y UPTA como mayoritarias, y UATAE.
–¿Han pedido reuniones con los ministerios?
–Lo habitual es que cada vez que entra un ministro o una ministra llame a los representantes de los autónomos. Pero bueno, nosotros vamos a seguir con nuestro trabajo.
–Los últimos datos de empleo de los autónomos fueron positivos.
–En este momento tenemos un crecimiento importante, pero hay que destacar que se debe principalmente a cinco o seis comunidades autónomas. Hay diez que están perdiendo autónomos, y que vienen haciéndolo desde hace tiempo. Si analizamos los últimos cinco años, prácticamente el 85 % del crecimiento se debe a Andalucía y Madrid. El 50 % se debe a Andalucía. Hay actividades o sectores económicos que están perdiendo autónomos en el último lustro: comercio, industria, agricultura… Otras están ganando. Además, no solo está creciendo el número de autónomos (individuales): cada vez hay más autónomos empleadores y societarios. Este empuje se debe principalmente a las mujeres, que son las que más están creciendo.
Andalucía y Madrid han creado el 85 % del empleo autónomo en los últimos cinco años
–Y eso que la vida del autónomo no es nada fácil.
–Es cierto que ser autónomo sigue siendo heroico. Cada día tenemos más trabas, más legislación. Basta ver qué ocurrió el año pasado: solo en el ámbito de la Administración Central, más de 2 millones de folios, de páginas del BOE. Eso sin tener en cuenta los boletines oficiales de las comunidades autónomas o de las provincias. Por ejemplo, hemos estado trabajando con la Agencia Tributaria y con el Instituto de Estudios Fiscales para establecer en España el IVA franquiciado, una directiva europea que ya está en todos los países europeos, pero que en España no se ha traspuesto. Pedíamos la simplificación de trámites fiscales. No es lógico que en estos momentos, con la información que tiene la Agencia Tributaria, los autónomos tengan que hacer cuatro declaraciones de IVA o de IRPF, de retenciones: cuatro declaraciones al año, una cada trimestre. Habría que simplificarlo, como mucho, a dos: una a mitad de año, en el mes de julio, y otra, con un resumen anual, a primeros de año.
–A eso se refieren cuando hablan de eliminar trabas.
–Así es. En estos momentos se está hablando de la reducción de jornada. También se habla de diálogo social, cuando es un monólogo social. No hay diálogo social cuando te convocan a jugar un partido y la vicepresidenta del Gobierno ya ha marcado el resultado. Además, aquí hay una equivocación: se piensa en las empresas de mayor tamaño (la principal empresa de telecomunicaciones ya está trabajando 36 horas), pero a quien va a afectar esta medida es al 85 % de las empresas, que tiene menos de cinco trabajadores, y que es precisamente donde se está destruyendo empleo. Si España tiene crecimiento de empleo es por las medianas y grandes empresas, no por las microempresas, aquellas de menos de cinco trabajadores o aquellos autónomos que emplean hasta cinco trabajadores, donde estamos viendo destrucción de actividad y pérdida de empleo.
Seguimos siendo los parias en materia de protección social
–También habla usted desde hace un tiempo del supuesto recorte de derechos que supone para un autónomo la jubilación activa.
–La Mesa de Diálogo Social de la Seguridad Social presentó una propuesta en la que establecía un recorte de derechos para la jubilación activa. No se ha vuelto a hablar de esto, pero en aquel entonces establecía un recorte de derechos para los autónomos. Seguimos siendo los parias en materia de protección social. Resulta muy llamativo que se haya implementado un subsidio para mayores de 52 años y los autónomos se hayan quedado fuera de ese subsidio. No parece lógico, cuando los autónomos tienen su prestación por cese de actividad, como los asalariados tienen la de desempleo. Los autónomos deben tener los mismos derechos que un trabajador asalariado cuando agota la prestación por desempleo, tiene más de 52 años y reúne los requisitos, A igualdad de requisitos, tiene que haber igualdad de prestación. Es verdad que los autónomos cotizan menos que un asalariado por prestación por desempleo, pero tanto ATA como UPTA han puesto encima de la mesa aumentar la cotización para que los autónomos tengan derecho a este subsidio de 52 años. Volvemos a ser discriminados. No se nos ha tenido en cuenta, a pesar de que hemos querido mejorar la cotización para tener acceso a este subsidio. En cuanto a la jubilación activa, se pretende recortar para aquellos autónomos que generan trabajo. En lugar de mejorar la jubilación activa para que cada vez puedan acceder más personas, lo que pretenden es recortar, y que cada día haya menos personas y con menos prestación.