Montero arregla con préstamos la liquidez de las comunidades autónomas
Cataluña vuelve a ser la más favorecida, por delante de la Comunidad Valenciana, y Madrid se encuentra entre las que no ven un euro
A M.ª Jesús Montero hay que reconocerle una enorme virtud: su capacidad de creatividad con las finanzas públicas.
Y ayer seguro, con la anulación de la sentencia de Magdalena Álvarez por el Tribunal Constitucional, lo celebraba, para demostrar la alegría que produce saber que la malversación de caudales públicos y la prevaricación, aún con sentencias firmes del Tribunal Supremo, son modificables por un tribunal que tiene como responsabilidad la salvaguarda de la Constitución, de la que se mofan los independentistas catalanes.
A partir de aquí, Montero puede seguir haciendo lo que quiera con la Contabilidad Nacional, incluso hasta tener lapsus permanentes de memoria y olvidarse de contabilizar gastos financieros, dejar de contabilizar gastos corrientes en bienes y servicios, olvidarse de hacer transferencias corrientes y de capital comprometidas con las comunidades autónomas y correspondientes a la recaudación del IRPF, del IVA y de los impuestos especiales.
Hay una cosa que me preocupaba mucho y no era otra que el silencio, no de los corderos, sino de las propias comunidades que no estaban recibiendo lo que les corresponde por las recaudaciones de impuestos, y cómo estaban consiguiendo sobrevivir al incumplimiento de los compromisos de Hacienda.
Aquí es donde hay que felicitar a la vicepresidente primero del Gobierno de España y su capacidad creativa. En lugar de pagar a través de transferencias que hay que contabilizar como gasto, va y utiliza el Mecanismo Extraordinario de Financiación entre el que está el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para hacerles préstamos a las comunidades que siempre van pilladas y sin un euro en la caja.
Los préstamos no se contabilizan como gastos y, por lo tanto, no afectan a la Contabilidad Nacional, y esto viene de maravilla para poder pagar, porque lo que hay es caja, y encima no tener que contabilizar, sobre todo en la parte consolidada, y así nos aparecen menos gastos y menos déficits, porque los ingresos si están contabilizados.
La jugada es perfecta. Es mucho más difícil para Bruselas detectar que les están tomando el pelo, salvo que se monten servicios especiales de comparación como los que llevo tiempo montando para pillar a los listos como mi ministra preferida.
Así que hoy lo que les voy a mostrar es que Montero, en 5 meses, ha preparado y puesto a disposición de las comunidades, a través del Mecanismo Extraordinario de Financiación y su Fondo de Liquidez Autonómica, en dónde en esos 5 meses ha dado el 92 % de lo que dio en todo el año 2022 y el 83 % de lo que facilitó en todo el 2023.
En este cuadro podemos ver que en 2022, primer año post pandemia, el Ministerio de Hacienda puso a disposición de las comunidades autónomas, durante todo el año, un total de 28.297 millones. En 2023, que ya no tenía tanto sentido, la cifra aumentó hasta los 31.314 millones, y en lo que va de año, es decir, 5 meses, ha puesto en total 25.993 millones para que las comunidades no se quejen y estén con la boca cerrada, bien tapada con préstamos que no cuentan en sus gastos.
Esto supone que les ha dado en el 41 % del tiempo del año consumido, el 92 % de todo el 2022 y el 83 % de todo el 2023.
Las comunidades más beneficiadas son, como siempre, Cataluña, que en 2022 y 2023 recibió casi la misma cantidad, 12.673 y 12.620 millones, respectivamente, y que en lo que va de año le han mandado, para que no proteste mucho, 9.960 millones.
La segunda gran favorecida es la Comunidad Valenciana, que en 2022 se llevó 7.763 millones, para en 2023 coger 9.392 millones y en lo que va de año se ha llenado las cuentas corrientes en 9.182 millones.
Emiliano García Page, gran llorador y a la vez un auténtico fraude del socialismo verborreico, recibió en 2022 2.389 millones, en el 23 se llevó 2.832 millones y en este período ha agarrado 1.872 millones.
Y Madrid, junto con Castilla y León, Andalucía, Canarias, Galicia y Asturias, porque País Vasco y Navarra no cuentan, siguen sin oler nada de la tostada de préstamos de Montero.
Esta es la demostración palpable de que han mandado mucho menos dinero del que deberían a las comunidades y a los amigos o menos protestones, les han «untado» a préstamos para así evitar el colapso de los proveedores y la protesta de todas esas comunidades.