España lleva quince años aportando, al menos, uno de cada cinco parados a la UE
A pesar de reducir la tasa de desempleo, tiene un desajuste muy grande entre su aportación al total de parados y a la población
El mercado laboral español sufre un grave desajuste desde hace años. Si bien la tasa de paro se ha ido reduciendo en los últimos años, la cifra total de desempleados se muestra renqueante en comparación con el resto del continente y ya son quince los años en los que uno de cada cinco parados de la Unión Europea habla español.
La oficina de estadística de la UE (Eurostat) acaba de publicar los datos de desempleo de los Veintisiete correspondientes al mes de mayo. España, con un 11,7 %, sigue siendo el país con mayor tasa de paro de la Unión por delante de Grecia (10,6 %) y de Suecia y Finlandia (ambos 8,2 %), dos países otrora alabados por su solidez pero que empiezan a mostrar síntomas preocupantes. España, de hecho, prácticamente dobla la media comunitaria (6 %) y de la zona euro (6,4 %).
En cualquier caso, y dejando aparte las operaciones de maquillaje laboral que la última reforma está ejerciendo sobre el paro, la tendencia es positiva. En los últimos cinco años, España ha reducido la tasa de desempleo en 2,5 puntos, aunque muy lejos de Grecia (-6,9 puntos porcentuales en cinco años) e Italia (-3,2), países que sufrieron tanto o más que el nuestro la crisis financiera de 2008 y tienen problemas estructurales parecidos.
Grecia, por cierto, acaba de estrenar una reforma laboral que amplía la jornada laboral de 48 horas a la semana, una medida calificada de «involución» por Yolanda Díaz, que está ultimando sin el apoyo de la patronal una reducción en España.
Pero volviendo al asunto del desempleo, las cifras brutas resultan más elocuentes. Según los datos del Eurostat, en España había en mayo 2,86 millones de personas en paro, el 21,7 % del total de la Unión Europea y el 25,8 % de la zona euro. Estos porcentajes eran, hace cinco años, del 22,6 y 26 % respectivamente, lo que muestra que, a pesar de la mejora en la tasa de paro, estamos a remolque del resto de las economías europeas.
Se trata, además, de un porcentaje muy significativo dada nuestra aportación poblacional al conjunto de la UE ya que los 47,8 millones de españoles apenas suponían en 2022 –últimos datos del Eurostat– el 10,7 % del total de los Veintisiete. Alemania, por ejemplo, contribuye con el 11,1 % del total de desempleados a pesar de suponer el 18,7 % de la población.
Y esta situación no siempre ha sido así. Hasta el estallido de la crisis financiera, la aportación de parados españoles al total de Unión Europea se movía en una horquilla entre el 9 y el 12 %. Sin embargo, el crack de 2008 llevó a unos máximos de desempleo nunca vistos, con más de seis millones de parados a finales de 2012. Sin embargo, ni el Gobierno de Mariano Rajoy ni el de Pedro Sánchez han podido invertir la situación.