Planas: «Tenemos que buscar cualquier medio para evitar una guerra comercial»
China podría aplicar represalias por la imposición de aranceles a sus vehículos eléctricos
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado sobre el conflicto comercial que mantiene la UE con Pekín a raíz de los aranceles impuestos a los coches eléctricos chinos que «las guerras comerciales no son buenas y tenemos que buscar cualquier medio de negociación para evitarlas».
El titular de Agricultura es consciente de que uno de los sectores que podría verse más afectado por las represalias chinas es el de la carne de cerdo, ya que España es el primer exportador de este producto al país asiático. «El sector agroalimentario nunca está en el origen de los conflictos comerciales, pero es un sector que los gobiernos cogen porque tiene un impacto directo sobre los ciudadanos y en la opinión pública», explica en una entrevista para la Agencia EFE.
A su juicio, los productores y la industria agroalimentaria quieren trabajar con estabilidad y condicionales normales, por lo que el Gobierno insta a la Comisión Europea, con competencia exclusiva en el comercio con terceros países, a llegar a una situación que permita seguir desarrollando esas exportaciones.
Planas asegura, no obstante, que «la pujanza agroalimentaria exportadora de España va a crecer muy probablemente en los próximos años». Uno de cada dos euros producidos en el sector se exporta y, según los últimos datos de Aduanas, las ventas agroalimentarias al exterior suman 71.700 millones de euros en los últimos doce meses hasta abril (un 66 % se dirige a la UE), con un saldo positivo de 17.000 millones.
En cuanto a las importaciones, el ministro defiende el principio de reciprocidad para que estas cumplan las mismas reglas de producción que en la UE (las llamadas cláusulas espejo). «Vamos a ver si conseguimos efectivamente hacer mayoría en un futuro próximo» para que se incluya ese elemento en los acuerdos internacionales de la UE con otros países, apunta.
Prioridades
Tras el impacto de la pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio climático en los mercados agrarios, Planas advierte de que habrá que dedicar «mucha más atención» a la seguridad alimentaria y la producción de alimentos, dos aspectos que ocupan un lugar «muy relevante» en la nueva hoja de ruta trazada por el Consejo de la UE.
En ella se apoya la sostenibilidad y la competitividad de la producción agrícola, aspectos necesarios para asegurar la autonomía estratégica de la Unión Europea, sin olvidar el cuidado del medio ambiente y la «resiliencia hídrica», considerada «un guiño» a países como España.
Además, para esta legislatura quedan pendientes cuestiones como la regulación de las nuevas técnicas de edición genética, la comunicación sobre los sistemas alimentarios sostenibles y la «gran novedad» que puede suponer la reforma de la directiva de prácticas comerciales desleales, inspirada en la ley de cadena alimentaria española.