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El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis EscriváEFE

El mundo financiero ve «escandaloso» el posible nombramiento de Escrivá en el Banco de España

La carrera por la sucesión en el Banco de España comienza a ponerse incandescente. Un mes después de que el anterior gobernador, Pablo Hernández de Cos, finalizara su mandato el puesto sigue vacante, si bien en las últimas horas ha vuelto a cobrar fuerza la opción de que sea José Luis Escrivá, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, quien ocupe el testigo al frente del regulador.

Fuentes bien informadas trasladan a El Debate que el ministro ha echado el resto en las últimas semanas para hacerse con el cargo, dado que hace tiempo que lo ambiciona –como ya contó este periódico en enero–. Su nombre no se encontraba entre los mejor posicionados pero, este jueves, Vozpópuli y El País desvelaban que había salido a relucir en la mesa negociadora en la que Félix Bolaños y Cuca Gamarra tratan de pactar los nombramientos.

La filtración se interpreta como una maniobra desde Moncloa con idea o bien de quemarlo o al menos de trastocar la negociación. Sin embargo, tampoco es descartable que acabe resultado elegido finalmente, dada su insistencia y, también, la falta de consenso a la hora de pactar en unas conversaciones que están ahora mismo más cerca de la ruptura total que del acuerdo.

Una reacción contundente del PP en su contra puede ser la principal barrera para evitar una elección que, desde el ámbito financiero se considera «escandalosa», incluso desde posiciones próximas al PSOE. Todo un torpedo contra la independencia del regulador más potente aún que la llegada, en 2006, de Miguel Ángel Fernández Ordóñez procedente del Ministerio de Economía de Pedro Solbes.

Los populares se cierran en banda a aceptar a Escrivá. Más aún porque que uno de los pilares para despolitizar el CGPJ (acuerdo que el Gobierno esgrime como ejemplo) pasa por limitar las puertas giratorias de los ministros. Fuentes populares consultadas por El Debate rechazan de plano apoyar el pase de un miembro del Consejo de Ministros a un regulador independiente. El nombramiento depende directamente de Pedro Sánchez, sin necesidad de pasar por el Consejo de Ministros, aunque es tradición que Gobierno y oposición pacten los cargos.

Las fuentes apuntan, en cualquier caso, a que la actual secretaria del Tesoro, Paula Conthe, sigue siendo la mejor valorada para ocupar el cargo. La hija de Manuel Conthe, pese a su juventud (tiene 43 años), cuenta con el respaldo de Carlos Cuerpo y tiene en su haber su experiencia como presidenta del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), además de la representación de España en organismos como el FMI, Banco Mundial o BEI.

Escrivá es conocido por su carácter combativo y su verbo fácil, en particular en la red social X, pero también fuera de ella. El propio De Cos, muy respetado en el sector financiero por su profesionalidad, ha sido objeto de ella. El anterior ministro de Seguridad Social acusó a los informes del regulador sobre las pensiones de «falta de sofisticación» y de «no aportar elementos nuevos» a la hora de analizar la sostenibilidad de su reforma del sistema. Una reforma que posteriormente ha sido cuestionada por Bruselas, que en su informe Ageing Report –elaborado con datos de Economía– anticipó un ajuste milmillonario.

«Soberbios» y «opinadores»

El ministro también llegó a acusar de «soberbios» a los economistas críticos con sus medidas y a los «opinadores» y «listillos» que se le oponían. Y en alguna ocasión ha generado choques en el seno del Gobierno de coalición, al cuestionar, por ejemplo, las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Más allá de su papel en el Gobierno, el ministro cuenta con un intachable currículum técnico, un requisito que tanto Gobierno como PP, coinciden en poner sobre la mesa a la hora de optar al cargo. Arrancó su carrera precisamente en el Banco de España, donde fue subdirector del Departamento de Estudios Monetarios y Financieros antes de dar el salto a la división de Política Monetaria del Banco Central Europeo.

Además de ello, también genera suspicacias en el ámbito financiero uno de los destinos profesionales de Escrivá. Entre 2004 y 2010 se desempeñó como economista jefe y director del Servicio de Estudios del BBVA, lo que choca con el papel del regulador en plena opa en marcha de la entidad de origen bilbaíno sobre Sabadell. La última palabra, en cualquier caso, no sería del Banco de España, sino del Ministerio de Economía. Al menos mientras no se cumpla con la directiva europea CDF VI, algo cuyo retraso ha motivado ya varios tirones de orejas por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tanto desde el Gobierno como desde el PP, en cualquier caso, se trasladó este jueves que las conversaciones para elegir la nueva cúpula del regulador siguen en marcha. El tiempo, sin embargo, empieza a agotarse para contar con un gobernador nombrado antes del 18 de julio, cuando tendrá lugar la próxima reunión del Banco Central Europeo.

De no producirse, será la actual subgobernadora, Margarita Delgado, quién acuda en representación de España, si bien tendrá que hacerlo sin competencias plenas, en especial en lo referente a política monetaria, que sólo puede ostentar un gobernador en el cargo. Su interinidad, no obstante, solo podrá mantenerse hasta el próximo 11 de septiembre, cuando expira su propio mandato.