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Cartel de 'Se Vende' en un balcón de una vivienda en Barcelona.

Cartel de 'Se Vende' en un balcón de una vivienda en Barcelona.

La trampa de comprar un piso okupado aunque salga más barato: «Puede acabar costando 40.000 euros más»

Antes de comprar una vivienda en estas condiciones se recomienda conocer el origen, valorar los gastos, y verificar que el propietario sea quien dice ser

Si echamos un vistazo a los portales inmobiliarios, entre las numerosas viviendas que hay a unos precios insostenibles, en ocasiones nos topamos con inmuebles con un coste muy por debajo del valor de mercado. Esto puede llamar la atención, pero si nos fijamos tienen descripciones muy llamativas, como, por ejemplo: «La vivienda está ocupada. No se garantiza el acceso a ella.» «No se pueden realizar visitas. El piso se encuentra ocupado».

Este tipo de compraventas, antes eran muy utilizadas por las entidades bancarias, pero ahora los particulares también están optando por ellas. Y es que la actual Ley de Vivienda ha alargado aún más los procesos judiciales para echar a un okupa, por lo que los propietarios prefieren evitar esa espera y vender el inmueble, aunque eso suponga tener pérdidas económicas.

Más contras que pros

Ese precio tan bajo puede atraer a muchos jóvenes y familias, que, por el elevado incremento de los precios, no pueden permitirse el acceso a una vivienda. Pero adquirir un inmueble ocupado trae consigo tres grandes problemas.

El primero es que hay que desocuparla y la actual legislación ha ampliado los tiempos. Se puede tardar de 7 meses a 4 años. Todo va a depender de si eres una persona física o un gran tenedor y si el usuario que se encuentra dentro es alguien que tenía un contrato que se ha extinguido con el propietario o si ha entrado por la fuerza. Además, también, a la hora de desalojarlos, se valora su grado de vulnerabilidad.

La segunda dificultad es el estado en el que se va a encontrar la casa cuando se consiga desalojar. «Es probable, que si la situación se alarga durante mucho tiempo la vivienda haya sufrido desperfectos considerables. Por lo que el futuro comprador va a tener que hacer reformas, que pueden rondar los 1.000 euros por metro cuadrado», explica Julio Naveira, abogado experto en derecho inmobiliario y expresidente del Consell de la Abogacía Catalana.

A este gasto se le suma el derivado del lanzamiento, como es el del abogado —como mínimo cuesta entre 3.000 y 4.000 euros–, o el de posibles multas por coacciones al tratar de negociar con los okupas. Por lo que, el presupuesto total puede ascender a los 30.000 o 40.000 euros, siempre va a depender de cada circunstancia.

Los bancos suelen ser reacios a conceder una hipoteca para la compra de una vivienda ocupada, ya que tiene un riesgo asociado

El último problema que nos podemos encontrar es la dificultad para acceder a la financiación. Los bancos pueden ser reacios a otorgar préstamos o hipotecas para la compra de viviendas okupadas debido al riesgo asociado. Además, al no poder entrar en la casa, no se podrá tasar-

«A un particular no le sale rentable comprar una vivienda okupada», aconseja Naveira. Pero, «si tienes un gran capital y liquidez suficiente para afrontar estos gastos, piénsatelo. Porque puede ser una inversión a largo plazo», añade.

Puntos a valorar

Es muy importante conocer el origen de la ocupación, y quien se encuentra dentro de la vivienda, antes de entregar la señal del inmueble. Porque con la nueva Ley de Vivienda, si se trata de una persona vulnerable su desalojo se puede alargar un tiempo considerable y suponer un grave perjuicio.

También es importante valorar todos los gastos, porque quizás el desembolso a realizar junto a lo ya pagado acaba ascendiendo al precio de una vivienda nueva o completamente accesible.

Y es muy importante acudir al Registro de la propiedad para verificar que quien te esta vendiendo la vivienda, «realmente es el dueño y no el okupa que se aprovecha de esa apariencia de título jurídico».

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