La Unión Europea, fuera de control en gasto público
La Unión Europea sigue estancada y los fondos se han utilizado para cualquier cosa menos para reactivar la economía
Por desgracia para la nueva Comisión Europea, que se tiene que constituir a la vuelta del verano y que tendrá que presentar su programa antes de finales de 2024, le vienen momentos muy duros y en los que va a tener que tomar medidas muy serias, para evitar que los déficits y las deudas públicas se disparen.
Pero además, tiene que pedir a los gobiernos, que tomen medidas profilácticas para la reactivación económica de la región. Si los gobiernos quieren ser realmente proactivos y tomarse en serio que la Unión y sus países tienen que crecer, no les queda otro remedio que reducir gastos no productivos, para poder bajar impuestos. Esto produciría dejar en las manos de los consumidores de los empresarios mayor liquidez, los primeros para que puedan consumir más y por lo tanto generen una mayor demanda de productos y los segundos para que tengan capacidad para aumentar su producción, a la par que la productividad que puede además llegar a generar una bajada de los precios.
Si el gasto público sigue subiendo, a su vez queremos reducir el déficit, solo hay una manera subir los impuestos que es lo que están haciendo en estos momentos los países miembros de la UE. Esa subida de impuestos acarrea menos capacidad para consumir y comprar bienes, que a su vez conduce a una reducción de la producción, posibles despidos y desde luego bajadas de la productividad, que son el caldo de cultivo para subidas de precios, justo lo contrario de lo que necesita en estos momentos la UE.
En un artículo anterior La Unión Europea reduce su déficit, España lo hace crecer un 72 %, mostraba como el conjunto de la Unión ha sido capaz de reducir muy ligeramente su déficit en un escaso 1,3 %, equivalente a bajar en 2.161 millones en los últimos 12 meses, que suena a insuficiente y más si sabemos que 11 de los 27 países lo han subido y entre ellos están, España que lo hace crecer en un 72 %, Alemania que sube un 14,8 % y Francia un 9,7 %.
Como vamos a ver, el problema viene del descontrol de los gastos públicos que se ha convertido en una enfermedad sistémica y cuya única solución es que Bruselas exija a los países el cumplimiento del plan de convergencia a rajatabla y que lo aprobado por el Parlamento Europeo el 20 de abril de este año sea de obligado cumplimiento.
Pero veamos cómo ha acabado el primer trimestre del 2024 comparándolo con el mismo período del año anterior:
Podemos observar que el gasto Público se ha incrementado en un 4,6 %, equivalente a 88.912 millones de euros, así que aunque se haya conseguido recortar el déficit esto viene como consecuencia del crecimiento de los impuestos que nos lleva a un crecimiento ridículo de la economía de la Unión Europea de un 0,3%, cuando todos nuestros competidores crecen mucho más, Estados Unidos un 0,7 % y China cinco veces más que nosotros con un crecimiento del 1,5 %.
Los tres países que han tomado una senda tremendamente peligros son Polonia, con Donald Tusk a la cabeza, que hace crecer el gasto Público un 28,2 %, Bulgaria, que lo sube un 25 % y Rumanía que lo hace subir un 21 %.
En quinto lugar está Portugal, que parece haber olvidado la intervención del 2012 y lo dolorosa que fue para sus ciudadanos y que crece en esta variable un 11%
Entre los grandes el que más ha subido el Gasto Público es España, que sin incluir la subida de los salarios de los empleados públicos, este gasto sube un 5,4 %, Alemania que se dispara un 4,9 %, Países Bajos que lo sube un 4,3 %, Francia que tienen un gasto desmesurado 393.149 millones, que sube un 2,9 %, pero que ya representa el 80 % del gasto público alemán.
La única de las grandes que parece haberse acogido a la cordura ha sido Italia que consigue reducir en un 2,0 % el gasto, junto con Grecia que si recuerda la intervención y hace que el gasto baje un 1,1% y Chequia que hace bajar el gasto un 3,5%.
Cómo he dicho al principio, la tarea es ardua, pero a la vez muy necesaria, porque la única forma de reactivar las economías europeas no es, no han sido y no serán los Fondos Next Gen, que se han demostrado que no han servido para nada.
La Unión Europea sigue estancada, los fondos se han utilizado para cualquier cosa menos para reactivar la economía, no ha habido control sobre para que se han utilizado, se siguen enviando para cumplir con algo que es un fracaso monumental y que ha dejado por primera vez endeudada a la Unión europea.