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Las nuevas generaciones priorizan este tipo de fórmulas para no renunciar a su vida personal, no solo la familiar, sino también el ocio y el deporteFreepik

«O lo ofrecemos o no vienen»: las nuevas generaciones exigen teletrabajo para no perder tiempo de ocio

«Las empresas que no ofrezcan alguna forma de flexibilidad podrían tener dificultades para atraer y retener talento joven», afirman los expertos

Pasó la pandemia pero el teletrabajo, aunque ha perdido relevancia, se resiste a desaparecer. Más al contrario, en determinados sectores sigue en alza y se ha convertido en un requisito sine qua non para atraer y retener el talento a las organizaciones empresariales. «O damos opción a teletrabajar o los jóvenes no vienen», reconoce un directivo de una gran empresa del Ibex que sufre, como muchas otras, problemas a la hora de atraer talento.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el 11,6 % de los asalariados españoles teletrabajó en el último trimestre de 2023. La cifra supone un 20 % en tasa interanual, con 350.200 personas más, hasta 2.094.200 ‘teletrabajadores’. El 51,3 % trabajó en remoto más de la mitad de los días que trabajó y el 48,7 % restante lo hizo ocasionalmente. según un reciente informe de InfoJobs y Esade.

«El teletrabajo es una de las herramientas que más permite la flexibilidad y, por ende, la conciliación», explica a El Debate Mónica Pérez Callejo, directora de Comunicación y Estudios del portal InfoJobs. «Antes hablábamos de conciliación familiar, pero ahora hablamos de personal, porque no renuncian al ocio, la formación, el deporte o los amigos», detalla.

Personas ocupadas por la frecuencia con la que trabajan en su domicilio particularInfoJobs y Esade

En el caso de 25 a 44 años el porcentaje de teletrabajadores asciende hasta el 13,3 %, casi dos puntos por encima de la media y mucho más alto que el 7,1 % en que se sitúan los que están entre los 16 y los 24 años y el 8,9 % del tramo de mayores de 55 años. Hay un factor clave, recalca Pérez, y es que la generación Z (nacidas a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000) que ya es el 20 % del mercado laboral y en breve será el 30 %. Y muchos de ellos han aterrizado justo durante la pandemia y la post pandemia, con lo que su primer contacto con el mundo laboral ha sido, precisamente, por la vía del teletrabajo.

Según la Encuesta Global 2024 a Millenials y Generación Z que elabora Deloitte, a 22.800 jóvenes de 44 países, dos tercios de la Generación Z (64 %) y los millennials (66 %) dicen que trabajan para organizaciones que recientemente han implementado una política de regreso a la oficina, de forma completa o parcial. Una estrecha mayoría de los encuestados ahora trabaja completamente en el sitio (51% de la Generación Z y 57% de los millennials). Solo el 15% de la Generación Z y el 11% de los millennials trabajan de forma totalmente remota, y otro tercio de la Generación Z (35%) y los millennials (33%) trabajan de forma híbrida.

Como consecuencia de esta vuelta a la oficina el 13% de la Generación Z y el 11% de los millennials ha comenzado a buscar un nuevo trabajo; dos de cada diez afirman que la vuelta a la oficina les ha impactado negativamente en el bolsillo y casi el 20 % asegura que su productividad ha disminuido al impactar en lo que desde Randstad Research denominan el salario emocional, es decir, la conciliación, el bienestar y el crecimiento personal del empleado.

«El teletrabajo se ha convertido en una exigencia creciente entre los jóvenes al considerar nuevas oportunidades laborales», detalla a El Debate Valentín Bote, director de Randstad Research. «La pandemia de aceleró la adopción del trabajo remoto y muchos jóvenes, particularmente aquellos de la Generación Z y los Millennials, valoran altamente la flexibilidad y el equilibrio entre la vida laboral y personal que el teletrabajo puede ofrecer», considera.

Según el informe Workmonitor de Randstad hasta el 29 % de los españoles se plantearía dejar su trabajo si se les pidiera pasar más tiempo en la oficina. «Para los jóvenes el teletrabajo no solo representa flexibilidad, sino también una manera de reducir costes y tiempo asociados con los desplazamientos, mejorar su bienestar general y poder trabajar desde cualquier lugar, lo que abre posibilidades para viajar o vivir en zonas con un coste de vida más bajo», añade Bote

8 de cada 10 ofertas en informática

Ahora bien, las diferencias, recalcan los expertos, son grandes en función del sector y el tipo de actividad. En materia de teletrabajo «destaca el sector de informática y telecomunicaciones», explica Mónica Pérez. En InfoJobs, cuenta, el número de vacantes en este área con alguna fórmula de teletrabajo ronda el 80 %, pero en otros, como en una fábrica, «la presencialidad es imprescindible», apostilla.

La clave también es que la empresa tenga la infraestructura necesaria y también que sea capaz de controlar y gestionar la productividad, detectando aquellos casos en los que se produzca una «fuga» como consecuencia del trabajo en remoto. «En determinadas actividades se ha identificado que ocurre, en ámbitos como la creatividad o la ideación de proyectos. Si esto es así, se debe corregir», apunta la experta.

En suma, aunque los expertos insisten en que se está produciendo «una cierta estabilización» en lo referido al trabajo a distancia tras el pico experimentado durante la pandemia, no parece que su desaparición esté en el horizonte, aunque sí está creciendo la relevancia de las opciones híbridas. «Las empresas que no ofrezcan alguna forma de flexibilidad podrían tener dificultades para atraer y retener talento joven, que valora enormemente esta modalidad de trabajo», concluye Valentín Bote, de Randstad Research.