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16 de septiembre de 2024

Javier Milei en un acto

Javier Milei en un acto.AFP

El secreto de Milei para controlar la inflación en Argentina

El presidente lleva ocho meses en el cargo y ya ha conseguido mucho, pero aún le queda camino por delante

Javier Milei llegó a la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2023 con una tasa de inflación subiendo al 25 % mensual. En julio bajó al 4 %, la menor tasa desde enero de 2022. Aunque aún le queda trabajo por delante, en estos ocho meses ha avanzado mucho.

De entrada ha revertido la tendencia de los precios: cuando llegó era ascendente, y ahora es descendente. ¿Cuál ha sido el secreto para conseguirlo? La reducción drástica del déficit público, y en concreto del gasto público. Como consecuencia, Argentina tiene superávit presupuestario desde el primer mes en el que gobierna Milei.

Como bien explicaba Diego Barceló en este artículo, la reducción de la inflación y el déficit traerán varias consecuencias muy positivas a la economía argentina. La primera es el derrumbe de la prima de riesgo, que marca el nivel mínimo al que puede financiarse el sector privado. «Aún son tipos de interés prohibitivos, pero a medida que sigan bajando, más proyectos de inversión se harán viables y comenzará a florecer la inversión», señala con acierto Barceló.

La eliminación del déficit se traduce además en que el Gobierno no demanda créditos nuevos, y a los bancos no les queda otro remedio que darlos a las familias y las empresas, con lo que se alienta su consumo e inversión.

Con la caída de la inflación y la prima de riesgo y los primeros síntomas de reactivación volverá la confianza, los argentinos ingresarán en los bancos el dinero que ahora guardan en el colchón y los ingresos tributarios crecerán.

​La fórmula augura el éxito que se va cumpliendo, pero no todo es perfecto

La tasa de inflación del 4 % es un logro respecto a la que había, pero sigue siendo muy alta. Equivale a una inflación anual del 60 %.

Por otra parte, se esperaba que la inflación se redujera algo más. El ministro de Economía dijo unos días antes de la aparición del dato que iba a estar por debajo del 4 %.

Por último la inflación subyacente aumentó en una décima respecto a junio: del 3,7 % pasó al 3,8 %.

De todos modos, julio fue complicado: el tipo de cambio entre el dólar y el peso se desestabilizó con fuerza hasta que el Banco Central lo corrigió. El dato de inflación podría haber sido peor.

Milei va por el buen camino. Los primeros ocho meses de su gobierno han sido un éxito incuestionable, aunque están teniendo unos efectos colaterales de los que ya avisó. La economía sufre, y Milei podría tener la tentación de levantar el pie del acelerador, pero deberá seguir su idea de no hacerlo si quiere acabar con la inflación.

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