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El alto precio de la vivienda condena a los jóvenes a compartir piso para poder emanciparse antes de los 30

Tras el pago del alquiler, los jóvenes se quedarían con -12,13 euros de media en sus cuentas

El mercado del alquiler de habitaciones vive un autentico «boom». Las dificultades de muchos españoles, no solo para acceder a una vivienda, sino también para alquilar un piso, ha incrementado tanto la demanda como la oferta de este tipo de alquiler. Según un informe de Idealista, la oferta de pisos compartidos se ha incrementado un 29 % durante el segundo trimestre de 2024, y el número de personas interesadas en cada habitación ha crecido un 15 % a nivel nacional.

Cada vez son más los propietarios que se escapan a este tipo de mercado buscando la manera de esquivar los efectos de la ley de vivienda. Y es que es un mercado más desregulado y que, aunque el Gobierno ya está buscando la manera de intervenirlo, por el momento, escapa de las restricciones de esta normativa. «Las habitaciones individuales se rigen por el Código Civil y dan más flexibilidad a los propietarios en cuanto a aspectos clave como la renta mensual, la duración del contrato, e incluso, la fianza», explica Juan José Martín, abogado del despacho Marín & Mateo Abogados.

Por su parte, el 55 % de quienes han alquilado habitación en un piso compartido lo ha hecho porque no puede pagar el arrendamiento de una vivienda completa. Es un porcentaje significativamente más alto que el 44 % registrado en 2023, según el informe Perfil de las personas que comparten vivienda realizado cada año por Fotocasa.

«El encarecimiento del alquiler es el responsable del gran aumento de la demanda de pisos compartidos. Los altos precios hacen que los ciudadanos se vean obligados a vivir en una vivienda compartida para repartir gastos y hacer frente al pago de la renta mensual», explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. «Esta frustración impacta en el desarrollo de los ciudadanos y en la evolución de su ciclo vital, ya que cuando se comparte por obligación y no por elección, cuestiones como la natalidad o la salud mental se ven perjudicadas», asegura Matos.

Alquileres superiores a los 1.050€

En julio, el alquiler medio de un piso de 90 m² se situaba en los 1.062,90 euros, un 8,5 % más que en el mismo periodo del año anterior, según datos del portal inmobiliario pisos.com. Estas elevadas cifras, junto a los bajos salarios y a la pérdida de poder adquisitivo complican la emancipación de los jóvenes.

«La situación de los jóvenes es muy delicada en nuestro país, ya no en lo de adquirir una vivienda en propiedad, sino para algo que antes era mucho más sencillo como emanciparse y encontrar una residencia de alquiler», asegura Ferran Font, el director de estudios de pisos.com.

Según datos de Eurostat, la edad media de emancipación en España se sitúa en los 30,4 años, la cuarta más elevada de la Unión Europea. Además, el último Observatorio de la Emancipación publicado recientemente por el Consejo de la Juventud de España (CJE) muestra que en el segundo semestre de 2023 la tasa de emancipación era solo del 17 %. Es decir, 8 de cada0 jóvenes españoles todavía no se ha marchado de casa.

Destinar la totalidad del salario

El salario medio de una persona joven en España en el último semestre del año pasado fue de 1.050,77 euros netos al mes. Teniendo en cuenta que la media nacional del alquiler se sitúa en 1.062,90 euros mensuales, dejaría a los jóvenes con -12,13 euros en sus cuentas tras el pago de la renta.

«Revisando los datos relativos al mes de julio podemos ver cómo, con un salario medio, una persona joven ni siquiera llega a pagar la mensualidad del alquiler en cuatro comunidades autónomas», comenta Font. Estas zonas son las Islas Baleares, donde el alquiler se sitúa en 1.615,35 euros, con lo cual se estarían excediendo en 564,58 €; Madrid, con 1.556,34 € y un balance de -505,57 €; Cataluña, con 1.190,70 € y -139,93 € y las Islas Canarias, con 1.149,30 €, lo que es -98,53 €.

No muy atrás aparecen otras regiones en las que, si bien el pago de la renta quedaría cubierto, dejaría muy poco margen para pagar los suministros básicos como la luz, el agua, el gas e Internet. Aparecen así Cantabria, donde «sobrarían» 139,68 euros sobre el pago de la renta, o la Comunidad Valencia y el País Vasco, con alquileres medios de 901,80 euros y 880,20 euros respectivamente, que dejarían poco más de 150 euros para otros gastos.

«Viendo todos estos condicionantes no es de extrañar que cada vez sean más las personas que se ven obligadas a compartir piso, pues el nivel de salarios actual no corresponde en absoluto con los precios de la vivienda, cuya tendencia alcista no parece que se vaya a detener pronto», sentencia el director de Estudios de pisos.com

En contraposición, existen otras 10 comunidades autónomas en las que la renta mensual oscila entre los 250 y 660 euros. Estas son: Aragón, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Asturias, Navarra, Galicia, Extremadura, Castilla y León y La Rioja.