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Fernando Rayón

Escrivá, nueve meses de ministro fantasma antes de convertirse en el okupa de Sánchez en el Banco de España

El exministro ya dijo a Sánchez que su sueño era ser gobernador cuando vio que la Transformación Digital no tenía ni chicha ni limoná

El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.EFE

La cosa empezó en noviembre de 2023, días antes de que José Luis Escrivá fuera nombrado ministro fantasma para la Transformación Digital. Aquella cartera no tenía ni chicha ni limoná, y el propio ministro le dijo a Pedro Sánchez que su gran ilusión era volver como gobernador al Banco de España. Era la primera vez que se lo decía al presidente, pero la vice uno, Nadia Calviño, ya conocía las aspiraciones del anterior ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Sánchez le tuvo que explicar que de momento no podía; que Nadia se marchaba a Europa y que necesitaba a alguien que supiera de Economía en el Gabinete. Nada pudo objetar Escrivá, que ya había sufrido en carne propia los disparates de María Jesús Montero en Hacienda, por no hablar de los del propio presidente. No tuvo más remedio que aceptar a la espera de un aumento de sus competencias en cuanto Calviño se marchara. Y así fue como le tocó la pedrea de la Función Pública a la espera del nombramiento de gobernador.

Sánchez le tuvo que explicar que no podía nombrarle gobernador porque Nadia se marchaba a Europa y necesitaba a alguien que supiera de Economía en el Gabinete

Es pertinente recordar aquel pacto, especialmente porque, antes del verano, el PSOE dijo estar dispuesto a pactar los nombres del gobernador y subgobernador del Banco de España como ha venido siendo una práctica habitual en democracia. El PP reculó en cuanto los socialistas pusieron encima de la mesa el nombre de Escrivá. Una okupación más de los organismos reguladores y contrapoderes del Estado por parte del Gobierno. Un intervencionismo que se ha dado en tantos casos que ya algunos ni se sorprenden ni escandalizan. «Ya nada me sorprende —dice un barón socialista—. Si al Tribunal Constitucional van dos ministros, ¿por qué no va a ir otro al Banco de España?». Pues también tiene razón, pero quizá piensa Sánchez que estas anomalías tampoco le han pasado factura electoral. Al menos, de momento.

Un ministro que critica a los servicios de estudios del Banco de España y por ende a los funcionarios que los elaboraban, es toda una novedad como gobernador

Hay que añadir también sobre la designación de Escrivá que quizá no ha habido un gobernador del Banco de España que se haya hecho famoso en el pasado por criticar abiertamente a la institución y a sus funcionarios. Hemos tenido gobernadores como Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que se tragó una crisis financiera sin enterarse, siendo él el responsable de controlar a los bancos. Pero un ministro que critica a los servicios de estudios del Banco de España y por ende a los funcionarios que los elaboraban, es toda una novedad. Se permitió incluso tachar de «poco sofisticado» el análisis que hizo el Banco sobre su reforma de las pensiones, cuando era Escrivá ministro de la Seguridad Social. Y eso que la que no era fiable era su reforma como luego hemos sabido.

¿Y ahora qué harán los funcionarios del Banco con su jefe? ¿Volverán a opinar sobre la reforma de las pensiones? ¿Firmarán los estudios que les pidan? ¿Volverá a pelearse con Carlos Cuerpo —hoy ministro de Economía— como cuando estaban en Airef, el organismo fiscalizador de las cuentas públicas?

Parece que, tras la designación de Escrivá, ya no hay pacto posible con el PP sobre la subgobernadora. Así las cosas, Montserrat Martínez Parera, actual vicepresidenta de la CNMV, tiene todas las papeletas. Veremos.

La parte más festiva —si es que hay alguna— es la designación de Óscar López, hasta ahora jefe de Gabinete de Sánchez, como nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública. Su única aportación en el ámbito de su ministerio es la fundación en 2000 de una empresa de diseño web: Ideorama; porque la presidencia de Paradores no creo que le aportara mucho currículum para la cosa.

No me extraña que Iván Redondo, al que sustituyó como jefe de Gabinete en la crisis de 2021, pidiera ser ministro. A la vista de lo que había… ¡Y de lo que queda por ver!