La herencia económica de Sánchez si se fuese hoy (II): gasto sin control y castigo fiscal a empresas y familias
El Gobierno ha realizado subidas generalizadas de la impuestos que han drenado la capacidad de compra de las unidades familiares y de las empresas. Las primeras para consumir y las segundas para invertir
La herencia económica de Sánchez si se fuese hoy (I): el PIB real de España crece por detrás de la UE
Continuamos la serie de artículos sobre la herencia de Pedro Sánchez en el caso de decidir abandonar la presidencia del Gobierno en estos momentos. Como ya vimos ayer, dejaría un crecimiento del PIB real inferior a la media de la UE en 1,3 %, del PIB per cápita, 3,5 %. Nos quedaríamos a 13 puntos de la media, nos dejaría un sector primario completamente destrozado con una caída del valor de la producción de un 22,1 % y una bajada también en el sector industrial de un 0,8 %.
En definitiva, una herencia envenenada con un gravísimo problema en el sector primario (agricultura, ganadería y pesca) y en el sector industrial.
Pero todo ello pese a que el gasto público ha sido un caballo desbocado y que no ha generado ni una sola ventaja competitiva. Hemos gastado sin control, sin orden ni concierto, sin pensar en que lo gastábamos y sin dedicarlo a cosas que pudiesen producir riqueza y la prueba está en que nuestro crecimiento ha sido inferior al de la media de la Unión Europea, en todos los aspectos fundamentales que hemos analizado.
Para pagar este gasto desbocado, el Gobierno ha realizado subidas generalizadas de la impuestos que han drenado la capacidad de compra de las unidades familiares y de las empresas. Las primeras para consumir y las segundas para invertir.
El déficit galopante se ha terminado materializando en un aumento de la deuda pública que nos está colocando al borde del precipicio
Esta subida de los impuestos, en cualquier caso, tampoco ha servido para parar un déficit galopante que se ha terminado materializando en un aumento de la deuda pública que nos está colocando en el borde de un precipicio que de caer por él, produciría daños irreparables y durante muchos años a millones de españoles.
Para evitar que eso suceda hay que echar marcha atrás para evitar caernos. Hay que tomar medidas muy drásticas y no fáciles de aceptar por la ciudadanía y hay que hacerlo ya. La holgura de tiempo se termina antes de entrar en un nuevo ciclo de crisis mundial.
Pero para que sepamos exactamente qué es lo que ha pasado tenemos este cuadro que he preparado que no dejará muy claro el desastre en el que nos encontramos:
Vimos en el anterior artículo que el PIB real crecía solo un 4,5 %, mientras que la media de la Unión Europea lo hacía un 5,8 %.
Tuvimos una caída impresionante en 2020, donde nuestro PIB se desplomó un 11,2 % y tardamos dos años completos para volver a la misma cifra que teníamos en 2019 y desde entonces la economía creció en 2023 un 2,5 %.
En términos nominales, que es como quiere la Unión Europea que nos midamos a todos los efectos de porcentajes, crece un 21,4 % debido a la enorme inflación que tuvimos desde el 2022 y que ya ha superado el 16 %.
La economía crece por el aumento del gasto público
Para hacer crecer en total desde 2018 el PIB un 4,5 % en términos reales y un 21,4 % en términos nominales, Pedro Sánchez necesitó pasar de un gasto público de 503.364 millones a 678.820 millones que supone una subida del gasto del 34,9 %. Ello demuestra que la economía crece por el incremento del gasto público, si este incremento no se hubiese producido, el PIB hubiese crecido una autentica miseria.