Vivienda
El ´experimento´ catalán naufraga: el control de precios multiplica por cuatro la presión sobre el alquiler
Apenas seis meses después de su entrada en vigor, esta medida se ha revelado como un absoluto fracaso
Cataluña fue la única comunidad que aceptó aplicar el límite del precio del alquiler en zonas tensionadas recomendado en la ley de vivienda. Apenas seis meses después de su entrada en vigor, esta medida se ha revelado como un absoluto fracaso, disparando la presión de la demanda en toda la región hasta cifras nunca vistas.
Este límite impone a los propietarios unos precios máximos de acuerdo con el Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda publicado por el ministerio. Sin embargo, al tratarse de una competencia trasferida a las autonomías, el Gobierno dejó en manos de estas la aplicación del límite.
La Generalitat, que ya había aprobado en septiembre de 2020 una ley para contener los precios que fue declarada inconstitucional, fue el único gobierno autonómico en adherirse al sistema y, a partir de marzo de este año, ha limitado los alquileres en 271 municipios declarados tensionados que aglutinan al 90 % de la población catalana.
El resultado desde entonces ha sido una completa calamidad. Según el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro, la presión del alquiler en la región se ha cuadriplicado en el segundo trimestre –con el límite ya en vigor– respecto al anterior. Esta organización contabiliza la media de contactos que recibe una vivienda en alquiler al cabo de diez días y, si en el primer trimestre en Cataluña dicha media fue de 80, en el segundo se ha disparado hasta los 318.
En Barcelona, la presión en ese periodo ha pasado de 101 a 362, mientras que en Tarragona, impulsada por el efecto centrífugo de Barcelona, ha pasado de 21 –considerada en riesgo– a 99. Gerona y Lérida, han pasado de 25 a 66 y de 20 a 49 respectivamente.
«En Barcelona sucede incluso que existen viviendas que tienen más de 1.000 contactos en solo diez días. Algunos casos concretos sobrepasan incluso los 2.700. Se trata de inmuebles que se alquilan con precios ajustados al índice, muy baratos en comparación con lo que hay en el mercado, lo que hace que las peticiones de información se disparen», explica Sergio Cardona, analista del Observatorio.
A pesar de las grandes diferencias en tan poco tiempo, no se trata de una sorpresa. Todos los actores del sector llevan meses advirtiendo de que la limitación de precios ya había sido un fracaso en otros países y que iba a provocar una fuga de propietarios a otras modalidades de alquiler. De hecho, desde la Fundación apuntan que, en comparación con los datos de 2023, el mercado catalán ha perdido más de 21.000 inmuebles.
Incremento del 297,5 %
En el resto de comunidades, la presión también ha aumentado como consecuencia de la entrada en vigor de la ley de vivienda, si bien en Cataluña ha crecido un 297,5 % por la aplicación del índice.
En el caso de la Comunidad Valenciana, el incremento ha sido del 165,3 % en el segundo trimestre respecto el anterior, seguida de Aragón (145,5 %), Andalucía (131,1 %) y Galicia (91,4 %). Por el contrario, en Baleares (-28,4 %), Cantabria (-27,7 %) y Navarra (-4,8 %) se han producido caídas en ese mismo periodo.