La semana económica
Inquietud en el Banco de España con la llegada de Escrivá: se apuesta sobre quién llegará a la copa de Navidad
El nuevo gobernador ha empezado a hacer cambios, y su carácter de kamikaze no hace presagiar nada bueno dentro de la entidad
El nombramiento de José Luis Escrivá como nuevo gobernador no ha sentado nada bien en el Banco de España. La entidad había recuperado el prestigio que había perdido con Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el gobernador que puso Zapatero entre los años 2006 y 2012, y se hallaba en un buen momento gracias al mandato de Pablo Hernández de Cos, que sucedió en 2018 a Luis María Linde y dejó el cargo el pasado 11 de junio. Ahora se teme que el Banco de España se convierta en un instrumento político al servicio del Gobierno, y que con ello llegue una masiva renovación de los cargos.
Escrivá ya ha comenzado a llevarla a cabo. Lo primero que ha hecho es crear una nueva dirección general que se encargará de comunicación, relaciones institucionales y, lo más importante, las relaciones con la Unión Europea. La liderará Paloma Marín, jurista, empleada del banco desde el año 2005, directora de relaciones internacionales y europeas en la entidad desde 2018 y con un perfil político cercano al PSOE, según algunas fuentes. En el banco no se le conoce de momento por algún discurso, o porque haya dado a conocer ideas interesantes.
Los cargos afines al PSOE empiezan a coger protagonismo, y se espera que aparezcan más
Hasta ahora las relaciones con la UE se llevaban desde la Dirección General de Economía y Estadística, una dirección técnica, no política, dirigida por Ángel Gavilán. Gavilán es un profesional brillante, que transmite y explica con minuciosidad los datos de los informes. Coordina desde esta dirección los análisis y previsiones macroeconómicos, una de las actividades más relevantes de la entidad, con la que en ocasiones ha chocado con el Gobierno. Es uno de los cargos que está en el ojo del huracán, al igual que el de la directora general de Supervisión, Mercedes Olano. Previsiblemente, será sustituida por Xavier Torres, en la actualidad director del Departamento de Coordinación del MUS (Mecanismo Único de Supervisión) y Estrategia Supervisora del Banco, y al parecer también cercano al PSOE.
En los corrillos del Banco de España se preguntan qué cargos llegarán a la copa de Navidad, mientras Escrivá y el Gobierno van colocando a sus peones. Además de los citados, el nuevo gobernador se ha traído de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) a Lucía Rodríguez para la Comisión Ejecutiva del Banco. Rodríguez es una de las pocas que quedaba en la AIReF de la época de Escrivá, y curiosamente se encargaba allí de analizar la sostenibilidad de las finanzas públicas. La AIReF ha sido muy crítica con el Gobierno actual en este sentido. Habrá que ver si Rodríguez sigue en la misma línea.
Tras la llegada de Rodríguez, la Comisión Ejecutiva del Banco se queda solo con un independiente: Fernando Fernández. Los otros miembros son el gobernador (José Luis Escrivá), la subgobernadora (Soledad Núñez) y Jordi Pons, representante de la cuota catalana.
En la Comisión Ejecutiva ya solo queda un independiente: Fernando Fernández
Como contábamos en este artículo, Soledad Núñez tiene una trayectoria larga en el Banco de España. Además de haber trabajado en esta entidad, fue directora de política económica de la Oficina Económica de Moncloa cuando estaba allí Zapatero. Está casada con Javier Vallés, que fue director de la Oficina Económica, y es muy amiga del exministro Miguel Sebastián. Les une haberse doctorado en Minnesota.
Entre estos primeros nombramientos, Escrivá ha incluido el de su directora de Comunicación, Inés Calderón. Según algunas fuentes, es la única que le aguanta. Aunque en su cuenta de la red social X dice que le gustaría ser presidenta del Betis, Calderón fue directora de Comunicación de Escrivá en el Ministerio de la Seguridad Social y en el de Transformación Digital. Antes trabajó en El Objetivo, el programa de Ana Pastor, la mujer de Antonio García Ferreras. También se espera que en algún momento llegue al Banco Mayte Ledo, ex jefa de gabinete de Escrivá y ahora secretaria de Estado de Digitalización. Tiene fama de ser buena técnica.
Escrivá ha hecho todo esto para empezar, pero en el Banco no tienen ninguna duda de que va a seguir haciendo cambios, y los hará a su manera: la de un kamikaze. ¿Dejarán de tener interés los informes del Banco de España porque se convierten en un instrumento de propaganda más al servicio del Gobierno? Entre los expertos del mundo financiero hay quien piensa que sí y otros que no, pero que se notará la falta de imparcialidad en informes más puntuales, sobre medidas concretas del Ejecutivo de Sánchez. ¿Empezarán de repente a ser mucho mejores los datos sobre la deuda? Habrá que verlo.
Lo que no se duda en el mundo financiero es que Escrivá, aunque no sea doctor, algo importante en un cargo como el que ostenta, tiene unos conocimientos acreditados, y eso puede hacer que su capacidad manipuladora sea mayor. El tiempo dirá si efectivamente es así. Desde luego será difícil que tenga el mismo peso que Pablo Hernández de Cos tenía en las reuniones del Banco Central Europeo. De Cos era independiente, tenía prestigio y se le escuchaba por sus conocimientos, pero en Europa todo el mundo sabe que Escrivá era un ministro hooligan de Sánchez hasta hace unos días, y en tan poco tiempo nadie cree que se pase a ser independiente, aunque por su cargo debería serlo.