La bula fiscal del hermano de Pedro Sánchez
Mientras el presidente anuncia el inicio de su particular cruzada contra lo que él llama bulos, la realidad es que su hermano David disfruta de una bula fiscal concedida por la Agencia Tributaria. Ya no cabe duda alguna, es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno
A mediados del año 2023, la Agencia Tributaria hizo público el balance de los resultados obtenidos en el ejercicio de su función de control. Entre los éxitos que allí se reflejaban figuraba que se habían detectado 97 casos de contribuyentes artificialmente localizados en otros países. Era lógico que se proporcionara dicha información dado que la búsqueda de los expatriados fiscales ilegales viene constituyendo un objetivo prioritario de la AEAT y así figura en sus sucesivos planes de control y/o planes estratégicos.
Hace unos días, la propia Agencia ha hecho público el mismo balance pero ahora referido a los resultados obtenidos en 2023. Curiosamente, en él no figura referencia alguna a la vigilancia sobre los contribuyentes que se hayan expatriado de forma ilegal ni por supuesto a los casos que han podido ser descubiertos. ¿Por qué se omite ahora aquello de lo que se presumía hace un año?
La explicación es bien sencilla, entre las dos fechas la sociedad española ha conocido el grave escándalo del caso de David Sánchez. Éste lleva varios años sin declarar impuestos como residente fiscal en España al haberse expatriado a Portugal. Sin embargo y pese a ello, la AEAT no ha tenido a bien realizar comprobación alguna sobre la regularidad o no de su expatriación. Pudiera pensarse que es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno.
La gravedad del caso aumenta debido a porque, conocidos los datos del asunto, David Sánchez es precisamente lo que la Agencia Tributaria denomina un contribuyente artificialmente localizado en otro país. La artificialidad –ilegalidad– de la residencia fiscal que dice tener se debe a que percibiendo sus ingresos –únicos o casi únicos– de la Diputación de Badajoz, su centro de intereses económicos radica en España, circunstancia que le convierte ya automáticamente en residente fiscal en España con independencia de donde diga tener fijada su residencia vital.
Además, ni siquiera le es aplicable a David Sánchez la excepcionalidad prevista en el régimen de los trabajadores transfronterizos pues estos son aquellos que cruzan una frontera a diario para dirigirse desde su domicilio a su centro de trabajo y viceversa. Por los datos hechos públicos no es precisamente el caso de David Sánchez.
Quiere decirse que la omisión por parte de la Agencia Tributaria de cualquier comprobación sobre la conducta tributaria de David Sánchez no es inocua dado que de haberse comprobado su situación se habría constatado su irregularidad, se le habría debido practicar la correspondiente liquidación, se le habría tenido que imponer la consecuente sanción tributaria y se le habrían tenido que liquidar los intereses de demora devengados por los importes impagados. De todo eso se ha librado, por lo menos hasta ahora, David Sánchez merced a la incomprensible inacción comprobadora de la Agencia Tributaria. Pudiera pensarse que es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno
Pero aún hay más gravedad porque cuando la jueza de Badajoz que dirige la instrucción judicial del caso requirió a la Agencia Tributaria un informe sobre la conducta fiscal de David Sánchez, la conducta seguida por dicha entidad puede calificarse de guasa sino fuera porque resulta indignante. Primero remitió el informe a la jueza en el umbral del mes de agosto confiando quizás en que la sociedad española se encontrara adormilada con el Sol y playa vacacionales.
Segundo, el informe remitido era un anónimo, cuestión insólita e impropia de los informes que se remiten a Juzgados y Tribunales. Tercero, el informe pretendía ser huérfano pues en ningún momento figuraba que se remitía desde la Agencia Tributaria. Cuarto, y lo más lacerante, es un informe absolutamente de parte sin otro cometido ni ninguna otra preocupación que no sea la de exculpar, sí o sí, a David Sánchez de cualquier infracción administrativa o penal, pese a los datos objetivos que existen relativos a su ilegal expatriación y a los indicios existentes sobre un posible incremento no explicable de su patrimonio, incremento que se deduce por las declaraciones anuales de bienes y derechos que el propio afectado ha presentado ante la Diputación de Badajoz. Pero pese a ello el informe es injustificadamente exculpatorio. Pudiera pensarse que es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno.
El informe de la Agencia Tributaria sobre David Sánchez es injustificadamente inculpatorio
Y ya para terminar la guasa –en realidad- la indignación– ha sucedido que requerida la Agencia Tributaria por la jueza para que confesara la autoría del informe inicialmente anónimo, hemos conocido que la entidad atribuye ahora su autoría a los tres principales directivos de su Delegación Especial en Extremadura ¿Cuándo se ha visto que un informe de la AEAT destinado a jueces y Tribunales lo elaboren tres de sus directivos? Nunca. ¿Sospechoso? Más que eso. Pudiera pensarse que es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno.
En definitiva, que mientras Pedro Sánchez anuncia el inicio de su particular cruzada contra lo que él llama bulos, la realidad es que su hermano David disfruta de una bula fiscal concedida por la Agencia Tributaria. Ya no cabe duda alguna, es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno.
- Ignacio Ruiz-Jarabo y Colomer (Madrid, 1956) dirigió la Agencia Tributaria entre 1998 y 2001, antes de presidir la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Actualmente es Socio-Director del Despacho Legal y Tributario Ruiz-Jarabo Asociados