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El hermano y la mujer de Pedro Sánchez, en una imagen de archivo en la tribuna del Congreso

El hermano y la mujer de Pedro Sánchez, en una imagen de archivo en la tribuna del CongresoEFE

Fiscalistas cuestionan el papel de la Agencia Tributaria con el hermano de Sánchez: «No se le trata igual que a otros»

Ponen el foco sobre la «incomprensible inacción comprobadora» del fisco tras las informaciones que apuntan a su residencia en Badajoz pese a que declaró ser residente fiscal en Portugal

«No se le trata igual que a otros». Diversos expertos fiscales consultados por El Debate ponen el foco en la pasividad de la Agencia Tributaria ante la situación de David Sánchez, declarado residente fiscal en Portugal. Según desveló este periódico, David Sánchez ha sido visto en una vivienda propiedad de Rafael Lemus, líder del PSOE de Badajoz.

A la hora de acreditar la residencia fiscal de una persona es clave dirimir dónde pasa la mayor parte de su tiempo y dónde tiene el núcleo principal de su actividad económica. Así lo establece la Ley del IRPF, en su artículo 9, apartado «a», donde se fija que es fundamental que el residente permanezca durante más de 183 días en territorio español. De residir de forma habitual en Badajoz, tendría implicaciones para el ejercicio de 2024, y debería comunicar al fisco un cambio en su situación. De lo contrario se expone a una sanción administrativa equivalente a hasta el 50 % de la cuantía debida a la Hacienda española.

«Las normas son muy claras: o 183 días eliminando ausencias esporádicas o dónde mantienes los intereses económicos», confirma a El Debate Esaú Alarcón, profesor de la Universidad Complutense y socio del despacho Gibernau. Ambas reglas, detalla, son eliminatorias, y dado que está perfectamente acreditado que trabaja para una institución española como es la Diputación de Badajoz «solo puede ser residente fiscal en Portugal si en España no tenía vivienda a su disposición durante el período». En su declaración de bienes Sánchez ha comunicado que percibe rentas por la vivienda que adquirió en el barrio madrileño de Fuencarral.

El expresidente de la Agencia Tributaria Ignacio Ruiz-Jarabo resalta «la incomprensible inacción comprobadora de la Agencia Tributaria» en lo referido a David Sánchez. «La omisión por parte de la Agencia Tributaria de cualquier comprobación sobre la conducta tributaria de David Sánchez no es inocua dado que de haberse comprobado su situación se habría constatado su irregularidad, se le habría debido practicar la correspondiente liquidación, se le habría tenido que imponer la consecuente sanción tributaria y se le habrían tenido que liquidar los intereses de demora devengados por los importes impagados. De todo eso se ha librado, por lo menos hasta ahora, David Sánchez (...) pudiera pensarse que es lo que tiene ser hermano del presidente del Gobierno», subraya Ruiz-Jarabo en una tribuna publicada por este periódico.

Tanto Ruiz-Jarabo como Alarcón ponen también el foco en el informe de la Agencia Tributaria por el que se concluye que David Sánchez tributa en Portugal. Un informe «remitido en el umbral de agosto, confiando quizá en que la sociedad española se encontrara adormilada con el Sol y playa vacacionales», dice Ruiz-Jiménez; cuyo contenido es «laxo y nada estricto», en palabras de Esaú Alarcón.

«La interpretación de Hacienda lo que hace es buscar, más bien defender, que la no residencia es la situación habitual, cuando no es su actuación habitual. Hacienda muchas veces defiende los intereses generales, pero también los recaudatorios, y siempre se suele buscar como objetivo el regularizar aplicando el criterio que más interesa al fisco», apunta Alarcón. «Para mí, sin ninguna duda se traslada el mensaje de que no todos somos iguales. No se está tratando igual a este contribuyente que a otro», constata.

Para Ruiz-Jarabo es clave también quién firma dicho informe, que primero se presentó como anónimo y después se atribuyó a tres altos cargos de Hacienda en Extremadura. «No es normal que un informe de este calado lo hagan directivos, que son personal de confianza. A los técnicos no se les puede quitar, pero a los directivos, sí», subraya el ex responsable de la AEAT, que concluye que «nunca en mi etapa en la AEAT sucedió algo así».

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