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El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey.Jesús Hellín / Europa Press

Trabajo desmiente a los sindicatos: no se plantea adelantar la reducción de la jornada laboral

El Ministerio valora la actitud «más constructiva» de la patronal a pesar de no llegar a un acuerdo este martes

Trabajo ha negado que vaya a posponer la reducción de jornada laboral de 37,5 horas a 2026 como deslizaron los sindicatos tras la reunión infructuosa con la patronal, que este martes volvió a rechazar las propuestas del Ministerio que dirige Yolanda Díaz.

«Desmiento rotundamente que vayamos a posponer la entrada en vigor de la reducción de jornada. Como recoge el acuerdo de Gobierno: 38,5 en 2024 y 37,5 en 2025», ha publicado el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey en X este miércoles.

Este desmentido llega después de que la responsable de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, asegurara tras la reunión de ayer que la tramitación parlamentaria del proyecto hará que la reducción de jornada de 38,5 y 37,5 horas se aplique en 2025 y 2026 respectivamente, lo que supondría un retraso de un año frente a los planes del Gobierno.

«Por mucha prisa que nos demos en el proceso de negociación, falta un trámite parlamentario, que si conseguimos que sus señorías se pongan del lado de la ciudadanía y voten a favor de la reducción, será un trámite corto, pero también podemos situarnos en una posición distinta y el procedimiento puede ser un poquito más largo», señaló Vicente.

La situación en la mesa de negociación ha cambiado radicalmente respecto al verano, cuando Trabajo amenazó a la patronal con imponer la reducción de jornada de manera unilateral. Ahora, el Ministerio ha destacado la actitud «constructiva» y el «cambio de tono» de la CEOE mientras que los sindicatos han anunciado movilizaciones este jueves en todas las capitales de provincia para forzar el acuerdo.

En cualquier caso, el talante mostrado por las diferentes partes no supone un acercamiento. La patronal ha señalado que no va a llegar a ningún acuerdo hasta que no reciban la propuesta por escrito y entienden que la medida «ahonda en el intervencionismo de las relaciones laborales y el desprecio de la negociación colectiva».