Modificaciones
MasterCard lanza un innovador método de pago que no se puede robar ni replicar
Esta nueva modalidad de pago, que será compatible con todas las plataformas, ya representa el 25% de las transacciones actuales
Las formas de pago han cambiado significativamente en los últimos años, impulsadas por la evolución de la tecnología y las necesidades de los consumidores. De hecho, plataformas de pago móvil como Apple Pay, Google Pay y aplicaciones de banca en línea permiten realizar compras y transferencias de manera instantánea desde un teléfono móvil.
En este sentido, las transacciones han pasado de depender exclusivamente del efectivo o las tarjetas tradicionales, a incluir métodos digitales más rápidos y eficientes. A su vez, han dejado de ser estáticas para adaptarse a un mundo en constante cambio, ofreciendo soluciones que se ajustan a las preferencias y estilos de vida modernos.
Debido a todo lo mencionado y al hecho de que cada vez menos personas utilizan dinero en efectivo, MasterCard ya está preparando el sistema que sustituirá este método. Se trata de una revolución en las formas de pago que hará que el uso de tarjetas de crédito o débito quede obsoleto, gracias a una nueva tecnología que promete transformar la manera en que pagamos.
Concretamente, la compañía apuesta por un sistema de pagos basado en tokens aleatorios, una tecnología innovadora que generará un número único para cada transacción, incrementando la seguridad y protegiendo la información personal de los usuarios.
¿Cómo funcionará?
MasterCard propone que, en lugar de usar tarjetas de crédito y códigos PIN secretos, cada usuario pueda validar su pago mediante datos biométricos, ya sea con la palma de la mano, la huella dactilar o el reconocimiento facial. De este modo, se evitará que alguien pueda robar una tarjeta o copiar el PIN para realizar pagos.
Este cambio se alinea con los esfuerzos globales de modernización del sistema financiero, particularmente en Europa, donde iniciativas como el euro digital, impulsadas por el Banco Central Europeo (BCE), buscan llevar las transacciones a la era digital de manera más eficiente y segura.
Al mismo tiempo, se espera que este tipo de avances permitan mayor transparencia y control, combatiendo así el fraude y el lavado de dinero, que actualmente representan el 25% de las transacciones. El objetivo marcado es instaurar este nuevo sistema para 2030, lo que supondría la desaparición total de las tarjetas de crédito tal como las conocemos.