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El 60 % de los directivos encuestados en España considera que las capacidades técnicas constituyen un lastre para la utilización de la IA en sus empresas.Europa Press

Solo tres de cada diez directivos españoles ven capacitados a sus empleados para aprovechar la Inteligencia Artificial

El 80 % anticipa que no reducirá significativamente el número de puestos de trabajo, pero considera que obligará a los trabajadores a reconvertirse

Los directivos españoles son más pesimistas que la media respecto a las posibilidades de sus empleados para aprovechar laboralmente las virtudes de la Inteligencia Artificial (IA). Así se desprende de la última edición del CEO Outlook que elabora periódicamente la consultora KPMG, que arroja una cifra diez puntos inferior a la media de los países analizados.

En esta línea, el 60 % de los directivos encuestados en España considera que las capacidades técnicas constituyen un lastre para la utilización de esta tecnología en sus empresas.

Frente a los estudios que advierten de un impacto en el empleo por la utilización de la IA, el 80 % de los directivos españoles opina que no va a conllevar una reducción de puestos de trabajo. No obstante, del análisis se desprende también que la gran mayoría opina que la IA que abocará a sus empleados a una reconversión para aprovechar sus capacidades, lo que podría a su vez obligar a dar paso a nuevos perfiles con diferentes capacitaciones.

La opinión mayoritaria de los directivos consultados por KPMG es que la IA es una tecnología en la que hay que invertir, pero los resultados de esta inversión no se verán hasta, al menos, dentro de tres años.

A nivel macroeconómico, el 98 % de los directivos consultados prevé aumentar su plantilla este año, ocho puntos más de la edición anterior. En este sentido, el 80 % confía en que la economía siga creciendo en los próximos meses.

Si se detecta un enfriamiento es en la perspectiva de que sus propias empresas vayan a crecer. Así, el 76 % confía en que lo hagan en los próximos tres años, diez puntos menos que en 2023. Pese a ello, desde KPMG precisan que «es el mismo que se registra en el conjunto de países analizados. De hecho, las previsiones de facturación confirman el optimismo de los primeros ejecutivos españoles: todos los encuestados prevén que sus ingresos aumenten en los próximos tres años y un 68 % calcula que ese incremento será superior al 2,5 %. Se trata del porcentaje más alto entre los once países analizados en el informe», subrayan.