Cobrar 2.500 euros y ´pagar´ de inmediato 982 al Estado: cómo afecta a tu sueldo la propuesta de la CEOE
IRPF y cotizaciones se comen, de media, el 39,29 % del salario, y hasta el 59,5 % en el caso de los sueldos más altos
«Nosotros pensamos que los trabajadores de este país deberían recibir el sueldo bruto y luego que el Estado lo recupere». El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha vuelto a poner sobre la mesa la propuesta de que los trabajadores reciban mensualmente la cuantía que la empresa abona por darles empleo. La idea de fondo: concienciar sobre el problema de competitividad y el gasto de las administraciones públicas, en pleno debate sobre la reducción de la jornada laboral y su impacto en la productividad.
«Cuando tú preguntas a alguien cuánto gana sólo piensa en lo que han visto ingresar en el banco y se está olvidando de las pagas extras, de las retenciones, de la Seguridad Social. Y si viera que casi es el doble, tendríamos más conciencia ciudadana sin ninguna duda para reclamar en qué se está gastando el dinero», apunta Garamendi. Y es que quizá usted mismo, querido lector, ingrese el sueldo medio en España: 26.832 euros en 2022, según la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE). En ese caso, probablemente no sepa que su empresa desembolsa bastante más por contratarle: hasta 34.989 euros.
Esta cifra se corresponde con sumar al salario bruto para el empleado la nada despreciable cifra de 8.157 euros en concepto de cotizaciones sociales de empresa. Además, usted contribuye con otros 1.731 euros en concepto de cotizaciones sociales a cuenta del trabajador, que también se le descuentan automáticamente de su nómina mensual.
Traducido en términos mensuales, esto implica que, en lugar de ingresar 2.499,21 euros, el empleado recibe, en 14 pagas, 1.517,21, según los cálculos del Impuestómetro que periódicamente realiza el Instituto Juan de Mariana. Es decir, de realizarse la propuesta de Garamendi debería transferir inmediatamente al Estado, tras percibir su nómina, 982 euros, el 39,29 % del total bruto.
«Tanto las cotizaciones sociales como el IRPF y el IVA son las figuras tributarias más relevantes que soportan de manera recurrente los ciudadanos», detallan desde el Instituto Juan de Mariana.
4 de cada 10 euros 'desaparecen'
Solo las cotizaciones se comen alrededor del 28,26 % del salario, lo que nos sitúa por encima de la media de la Unión Europea, donde este porcentaje alcanza el 27,35 %. Si además se suma el IRPF, el resultado es que 4 de cada 10 euros de salario total ‘desaparecen’ antes de llegar al bolsillo del trabajador para que el Estado afronte sus gastos. En Alemania o Francia la cifra alcanza los 5 de cada 10, mientras que en Irlanda o Malta ronda los 3 de cada 10.
Esta brecha se conoce como «cuña fiscal» y llega a alcanzar en España el 59,5 % para el caso de los salarios más altos, frente al 47 % de media en la OCDE. «Genera una ilusión financiera de que los trabajadores no son verdaderamente conscientes», advertía hace unos meses el presidente del Instituto de Estudios Económicos, IEE, Gregorio Izquierdo.
A todo ello, afirman desde el Juan de Mariana, habría que sumar el esfuerzo fiscal derivado del pago del IVA, calculado de forma media en un 4,14 % del salario completo y el 6,83 % del salario disponible, descontado el IRPF y las cotizaciones.
Sumando todas las cantidades, el esfuerzo fiscal de un trabajador medio puede superar el 44 % de su salario completo
«Sumando todas estas cantidades, el esfuerzo fiscal de un trabajador medio podría ascender al 44,24 % de su salario completo o coste laboral total. O, lo que es lo mismo, prácticamente 45 euros de los 100 que cuesta emplear a un trabajador medio van a terminar destinados al pago de los diversos impuestos descritos», abundan desde el IEE.