El 'pequeño engaño' en el que se ampara Sánchez para volver a subir los impuestos
Las cotizaciones a la Seguridad Social por parte del empleador suponen el 29,9 % del salario bruto frente al 21 % de media de la UE o el 16,3 % de la OCDE
El último incremento del PIB realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) da nuevos argumentos al Gobierno para continuar subiendo los impuestos. Así lo deslizaron recientemente en el Congreso de los Diputados tanto el presidente, Pedro Sánchez, como la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al situar en cuatro puntos la brecha de presión fiscal con la Unión Europea.
Según los cálculos adelantados por el diario Expansión, dicha diferencia puede suponer un incremento adicional de los impuestos de 60.000 millones de euros. Esta diferencia es el principal argumento del Ejecutivo para elevar los impuestos, sin tener en cuenta que se puede corresponder también con una mayor tasa de paro en España o con un nivel más elevado que la media comunitaria de economía sumergida.
Pero además, «en esta cuestión de la presión fiscal hay un pequeño engaño: no se tienen en cuenta las cotizaciones sociales. Lo que pagamos al Estado son impuestos y cotizaciones sociales, y las cotizaciones sociales en España son algo más altas que en otros países europeos», advertía recientemente Mikel Buesa, catedrático de Economía de la Universidad Complutense en este periódico.
El catedrático estima que «lo fundamental no es pensar si se pagan más o menos impuestos, sino pensar cuál es el balance entre los recursos que obtiene el Estado de los ciudadanos y el gasto público. Y aquí lo que tenemos es un afán recaudatorio, precisamente porque hay también un afán de derroche del gasto público».
«Las cotizaciones a la Seguridad Social por parte del empleador suponen el 29,9 % del salario bruto frente al 21 % de media de la UE o el 16,3 % de la OCDE. Y nada de esto está incluido en los cálculos que se hacen a la hora de rechazar la subida de impuestos que se nos viene encima», añadía esta semana en su columna de El Debate Susana Burgos.
La reducción de la brecha con Europa podría reducirse en tres de los cuatro puntos modificando el IVA: «España tiene tipos reducidos, superreducidos, exenciones, etcétera, y todo eso debería desaparecer. Tenemos un sistema fiscal en el que quienes pagan los impuestos fundamentalmente son las clases medias y superiores, o sea, los que cobran, los que tienen rentas superiores a 30 o 40.000 euros al año. En otros países europeos la carga fiscal está mucho más repartida», abundaba Mikel Buesa.