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Varias personas son atendidas en la Agencia Tributaria

Así funciona el método que utiliza Hacienda para investigar el dinero negro

La Agencia Tributaria trata de establecer mecanismos más cualificados para controlar los ingresos de dinero en efectivo que se realizan

Con el paso de los años, la Agencia Tributaria ha perfeccionado sus mecanismos de control, prestando especial atención a las transacciones en efectivo, que son uno de los métodos más habituales de evasión fiscal. De hecho, estas acciones se han vuelto necesarias para combatir el fraude y asegurar que todos los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales.

En este sentido, se han implementado nuevas tecnologías y herramientas de análisis de datos que permiten detectar patrones sospechosos y actividades que podrían indicar la existencia de prácticas ilegales. A su vez, la economía sumergida se ha convertido en una realidad persistente en muchas partes del mundo, y España no es una excepción.

Concretamente, es una economía que abarca todas las actividades económicas que no se declaran ante el fisco y que, por lo tanto, escapan de las cuentas oficiales de la Administración Pública. Según datos del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, esta economía informal representa más de 200.000 millones de euros en nuestro país, lo que equivale a más del 15% del Producto Interior Bruto (PIB).

Con la intención de reducir este problema, las entidades bancarias tienen la obligación de informar a la Agencia Tributaria sobre cualquier actividad que pueda parecer sospechosa. Esto incluye transacciones inusuales, depósitos en efectivo que superen ciertos límites y cualquier movimiento que no se alinee con el perfil del cliente.

¿Qué actividades investigan?

Las normas de Hacienda para acabar con el dinero negro son claras. Según la legislación vigente, cualquier ingreso o retirada de efectivo que supere los 3.000 euros debe ser reportado automáticamente por las entidades financieras. Esta medida se implementa con el objetivo de aumentar la transparencia en las transacciones económicas y reducir la evasión fiscal.

Al mismo tiempo, aunque esto no implica que la Agencia Tributaria investigue cada actividad de forma automática, hay sectores específicos que están bajo un mayor escrutinio. En particular, los autónomos son uno de los grupos más vigilados, especialmente aquellos que operan en industrias donde los pagos en efectivo o las transferencias son más comunes.

Ante esta situación, se ha establecido un Plan de Control Tributario y Aduanero que busca asegurar la presencia en estos ámbitos, así como en aquellos donde el «empleo de métodos electrónicos de pago radicados en el extranjero evite las obligaciones de suministro de información».

En la era de la digitalización, la evasión fiscal ya no se combate solo en el terreno físico, sino también en el digital. Por este motivo, los sistemas de pago online se han convertido en un nuevo frente de batalla para las autoridades fiscales, que buscan asegurarse de que cada movimiento quede reflejado en las cuentas correspondientes.