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Starmer en liverpoolEFE

Starmer ultima una gran subida de impuestos que ocultó en campaña

Estudia aumentar el impuesto a las ganancias de capital al 39 % de cara a los presupuestos, que presentará el próximo 30 de octubre

El primer ministro británico, Keir Starmer, está estudiando una fuerte subida de impuestos. Según ha adelantado The Times, la ministra de Economía, Rachel Reeves, pretende incluir en el presupuesto aumentos de impuestos y recortes de gastos por valor de 40.000 millones de libras. El nuevo gobierno ha culpado al anterior gabinete conservador de dejar un agujero de 20.000 millones de libras, “la peor herencia económica desde la Segunda Guerra Mundial.

Funcionarios del Ministerio de Economía están realizando modelos de los efectos de una subida de entre el 33 % y el 39 % para el impuesto a las ganancias de capital (CGT), según ha desvelado The Guardian. Unas 350.000 personas pagan este impuesto sobre el patrimonio, que grava la venta de activos, incluidas segundas residencias y acciones, a tipos significativamente más bajos al IRPF.

La fiscalidad fue uno de los grandes puntos de debate durante la pasada campaña electoral británica. El entonces primer ministro Rishi Sunak avisó que un Gobierno laborista implicaría que los británicos tengan que tributar por valor de 2.000 libras más (unos 2.300 euros anuales). Starmer, por su parte, se mantuvo en la ambigüedad al respecto durante los debates electorales.

En las últimas semanas Starmer ha avanzado en que habrá «medidas difíciles» para cuadrar los próximos presupuestos. Tras su llegada al número 10 de Downing Street, Starmer prometió no aumentar impuestos «de los trabajadores», por lo que está estudiando otras figuras impositivas para rellenar el agujero dejado por los conservadores de cara a la presentación de presupuestos del próximo 30 de octubre.

Sin embargo, los expertos de la Cancillería han advertido que la medida podría provocar la fuga de millonarios del país en busca de fiscalidades más amables con el patrimonio. Actualmente, los beneficios procedentes de la venta de segundas residencias pueden llegar al 24 %, mientras que el de acciones se grava un 20 %, un tipo más bajo que los salarios, con un 45 %.

En un documento de política fiscal publicado la semana pasada, el Centro de Estudios Fiscales (IFS) de Reino Unido advirtió que «el Gobierno debería procurar que la reforma [del impuesto sobre las ganancias de capital] sea creíble y duradera. Debería establecer principios claros y una justificación para la reforma y comprometerse con el nuevo régimen durante toda la legislatura. La inestabilidad y la imprevisibilidad son malas para la inversión».

El Gobierno, por su parte, ha negado que vaya a aumentar este impuesto. En declaraciones a Bloomberg, Starmer señaló que las «especulaciones» están yendo «demasiado lejos de la realidad» y aseguró que cualquier decisión impositiva se determinará «en función de si ayudan al crecimiento o no».

No obstante, Paul Johnson, director del Instituto de Estudios Fiscales, considera que un aumento de impuestos por valor de 40.000 millones de libras sería «extraordinario» y que, eventualmente, los ministros tendrían que apuntar al impuesto a la renta si optaban por esa vía.

«Si aumentamos los impuestos a esa escala, será algo realmente extraordinario, quiero decir, sin precedentes», dijo en el programa Today de la BBC Radio 4. "Cuarenta mil millones de libras es una cifra importante.