Caos ferroviario
El portavoz de Renfe explica por qué los trenes se quedan sin luz cuando hay incidencias
Cuando se produce alguna incidencia que obliga a interrumpir la circulación, pasados 60 minutos los trenes comienzan a quedarse a oscuras
Por desgracia se está convirtiendo en una imagen bastante recurrente: un tren se para en mitad de la vía y, con el paso de los minutos, se va quedando sin climatización e incluso sin luz. El incremento de las incidencias ha llenado periódicos y telediarios con vagones a oscuras. E incluso se hizo tristemente famoso el vídeo de un pasajero rompiendo el cristal de emergencia para poder ventilar el vagón y respirar en condiciones.
Cuando hay una incidencia en la vía, los trenes, además de pararse, a menudo se quedan sin aire acondicionado y también sin luz. Una circunstancia que en la jornada de caos vivida ayer en Atocha (Madrid) encontró explicación técnica en palabras del director general de Negocios y Operaciones de Renfe, Óscar Gómez Barbero.
«Cuando un tren supera los 60 minutos, aunque en este caso hubo más tiempo de espera, los trenes de manera automática activan unos procedimientos para ir reduciendo la luz, porque si no tienes batería luego no puedes arrancar el tren», dijo en declaraciones a la prensa con motivo de los retrasos que causaron problemas a casi 14.000 viajeros.
«Es una instrucción de operaciones: cuando un tren se queda detenido, y las baterías se quedan a un porcentaje reducido, tenemos que ir reduciendo la intensidad de luz en el tren. Me consta porque estaba yo en el centro de Jefe de Operaciones, que fuimos informando a nuestros maquinistas e interventores para que los clientes que estaban en estos trenes supieran qué es lo que estaba pasando», explicó Gómez Barbero.