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Centimos

No es la única moneda de cinco céntimos con una valoración igualPixabay

Numismática

El sorprendente aumento de valor de esta moneda de cinco céntimos: está tasada en 800 euros

Aquellos que dispongan de esta moneda podrían sacarse, en el mejor de los escenarios, un pellizco con el que se pueden hacer frente a diversos pagos

La numismática supone una oportunidad única para los coleccionistas y aficionados a la historia, ya que permite explorar y apreciar la evolución de las civilizaciones a través de sus monedas y billetes. De hecho, cada una de las piezas cuenta una historia, desde su diseño y material hasta el contexto socioeconómico en el que fue emitida.

En este sentido, el coleccionismo de monedas puede ser una inversión interesante, ya que ciertos ejemplares pueden aumentar su valor con el tiempo, convirtiéndose en activos valiosos. A su vez, también fomenta el aprendizaje sobre la economía, la política y la cultura de diferentes épocas, lo que la convierte en una actividad enriquecedora.

Concretamente, una de las más destacadas es una moneda de cinco céntimos francesa, del año 1999. Fue retirada de las circulación y en su anverso figura la cara de la madre patria francesa Marianne, icono nacional galo. Asimismo, el motivo de ello no fue otro que un error en la foto, que aparece deformada durante el proceso de acuñación.

Su rareza, combinada con su vínculo a un símbolo tan emblemático de Francia, ha incrementado su valor en el mercado. Se estima que ejemplares en buen estado pueden alcanzar precios significativos, convirtiéndola en una pieza codiciada para quienes buscan completar sus colecciones o invertir.

800 euros

Con un valor tasado en 800 euros en plataformas como eBay, esta pieza se ha convertido en un símbolo del cruce entre el arte y la numismática. La singularidad del diseño y la reputación del artista han contribuido a su apreciación en el mercado, convirtiéndola en un objeto de deseo para aquellos que buscan piezas exclusivas y con historia.

La más antigua y, por ende, más valiosa es la de Francia de 1999, que por un pequeño error de impresión y deformación en el diseño ha disparado su valor hasta los 850 euros a los que puede llegar actualmente

La más antigua y, por ende, más valiosa es la de Francia de 1999

Por este motivo, aquellos que tengan la suerte de disponer de esta moneda podrían sacarse, en el mejor de los escenarios, un pellizco con el que se pueden hacer frente a diversos pagos o, incluso, permitirse cualquier tipo de capricho.

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