Cepsa amenaza con congelar la mega inversión que sirvió a Sánchez para presumir del atractivo de España

Después de Repsol, turno ahora de Cepsa para poner la cartas boca arriba por la prórroga del impuesto energético. La compañía, controlada por Mubadala –el fondo soberano de Abu Dabi–, y el fondo estadounidense Carlyle, ha advertido que «ralentizará» sus inversiones en proyectos de hidrógeno en España si sale adelante la prórroga del impuestazo.

Entre los proyectos afectados destaca el denominado Valle Andaluz del Hidrógeno, un proyecto con una inyección prevista de 3.000 millones de euros que iba a generar 10.000 puestos de trabajo en sus campos energéticos de Campo de Gibraltar (Cádiz) y Palos de la Frontera (Huelva). Durante la presentación del proyecto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó el atractivo inversor de España.

«España es reconocida y reconocible como un país líder global en materia de transición ecológica y lucha contra el cambio climático. Los inversores y las empresas multinacionales lo saben y confían en nuestro país», afirmó entonces el presidente, en compañía de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, del CEO de la compañía, Martin Wetselaar, y del presidente de Andalucía, Juanma Moreno.

La decisión de Cepsa, adelantada por Expansión y confirmada por El Debate, se justifica en la incertidumbre regulatoria y fiscal del país, después de que el Gobierno trasladara la semana pasada a Bruselas que está entre sus planes hacer indefinidos los tributos especiales sobre bancos y empresas energéticas. La compañía fue una de las grandes damnificadas por el mismo, dado que tuvo que abonarlo en 2023 a pesar de estar en pérdidas.

El impuestazo «provocaría un efecto muy relevante sobre la rentabilidad de los proyectos», explican desde Cepsa

«Cepsa está valorando el impacto que puede tener un incremento de su fiscalidad si se aprueba un nuevo impuesto permanente. Si esto se materializa, provocaría un efecto muy relevante sobre la rentabilidad de los proyectos de hidrógeno, por lo que tendríamos que ralentizar las inversiones previstas en España y dar prioridad a proyectos de hidrógeno verde en otros países», detallan desde la energética, que resalta que «nuestra transformación en marcha es irreversible para lograr que más de la mitad de nuestro beneficio provenga de actividades sostenibles en 2030».

16.000 millones en riesgo

El Gobierno había justificado dicho impuesto ante los «beneficios extraordinarios» del sector. Según Expansión', Cepsa tiene ya identificados proyectos en Argelia, Marruecos, Brasil y Estados Unidos que van a acelerarse si finalmente quedan liberados recursos en España por culpa del llamado coloquialmente como 'impuestazo'.

Cepsa se suma así a Repsol, que a principios de año ya puso en cuarentena hasta 3.000 millones de euros en inversiones de descarbonización en España y, a principios de esta semana anunció la adjudicación a Portugal de un primer proyecto. Una decisión que ha motivado que tanto Junts como el PNV, cuyo apoyo parlamentario es imprescindible para el Gobierno, hayan empezado a recelar del tributo.

Este jueves, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) cifró en 16.000 millones las inversiones en riesgo del sector por el nuevo gravamen. En paralelo, las asociaciones bancarias AEB y CECA expresaban «su más enérgico rechazo» a que se les castigue con un impuesto permanente «por el impacto para el sector y para la economía española», un tributo que, según sus estimaciones, supondrá una merma estimada de 50.000 millones en la capacidad de financiación del sector bancario en España.