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Análisis económicoJosé Ramón Riera

España y Francia son un dolor de muelas para la UE: le restan 94.000 millones de PIB

El país galo con Macron ha entrado en una senda desbocada de incremento de déficit y de deuda que le ha colocado en el país con mayor riesgo

La nueva Comisión Europea va a tener que desarrollar un trabajo especial durante los próximos 5 años. Esperamos además que sean 5 y el quinto no se dediquen al dolce far niente, que para eso ya están los jubilados de la Unión Europea, que se lo han ganado merecidamente.

El problema que se le viene encima a Ursula von der Leyen y su equipo es un trabajo titánico, a la par que hercúleo, que es tratar de volver a colocar al segundo y al cuarto más importantes de los 27 países en su sitio y en un carril que vuelvan a sumar y a no restar de forma permanente.

Alemania está en crisis, y tienen que pedirle a Scholz que convoque elecciones generales, porque la alianza de los socialdemócratas alemanes con los comunistas vestidos de verde está llevando a Alemania a pararse. Pero lo bueno que todavía tiene Alemania es que tiene controlados sus gastos, su déficit y su deuda, y en caso de necesitar pisar el acelerador, con un incentivo fiscal de bajada de impuestos, puede permitírselo, porque tiene espacio en su déficit y su deuda. Alemania está en un 66 % de la deuda sobre PIB.

El problema es Francia, que con Macron ha entrado en una senda desbocada de incremento de déficit y de deuda que le ha colocado en el país con mayor riesgo por sus incrementos en el volumen de deuda sobre PIB, que ha llegado al 112 % y tiene todas sus variables económicas descontroladas.

Sánchez eleva artificialmente el PIB para que baje el porcentaje de deuda, pero nuestra realidad es como la francesa

Lo mismo pasa en la España de Sánchez, con la pequeña diferencia de que Sánchez es un tramposo, toca el PIB artificialmente al alza y hace que la deuda, que se colocó en un 107,7 %, baje al 105 %, solo por subir el denominador de forma artificial, pero la realidad es la misma que en Francia.

Donde más se ve a los dos países es donde es muy difícil ocultar la verdad, en las exportaciones, en las importaciones y en su balanza comercial, que ahí los dos países se ponen juntos a cantar la ópera de Bizet, basada en la novela de Prosper Mérimée, Carmen, y su famoso Toreador, y triunfan en déficit.

Sin duda la coreografía que tienen montada los dos países es perfecta. Macron perdió las últimas elecciones, que fueron ganadas por la extrema izquierda, y se sostiene y gobierna por la abstención de Le Pen, y en España pasa justo lo contrario, pero el resultado es el mismo: deuda, déficit e impuestos por las nubes, y machaque generalizado a las empresas, a las cuales las dejamos en incapacidad de poder competir.

Si no, vean ustedes el déficit de la balanza comercial de productos que tiene la Unión Europea y dónde están España y Francia, porque es absolutamente lamentable lo que está sucediendo.

Ahí tenemos a la Alemania con crisis de crecimiento, pero, a pesar de que se le han caído las exportaciones un 0,8 %, produce un superávit de 178.059 millones, o los Países Bajos, que decrecen un 3,7 % en sus exportaciones y que todavía siguen produciendo un superávit de 65.555 millones, o Irlanda, que hace 30 años nadie daba nada por ella y hoy es un motor económico que genera 55.454 millones de superávit, o la Italia de Meloni, la estrella italiana emergente, que encuentra soluciones a todo o a casi todo y que ha aportado un superávit de 37.394 millones.

Porque, si seguimos bajando en la lista, nos encontramos que hay 12 países que aportan superávit, entre los que está también Polonia, y 15 que generan déficit.

Aunque estos 12 países suman 201.440 millones más de los que restan. Pero lo que realmente es preocupante es que el puesto 26 es para España, con un déficit de 25.400 millones, y el puesto 27 de la Unión Europea es para Francia, que genera un déficit de 68.059 millones.

Entre estos 2 países, la segunda y la cuarta potencia europea, restan al PIB agregado de la Unión Europea nada más y nada menos que 93.459 millones, y lastran un crecimiento entre los dos de un 0.5 %, que nos acercaría y mucho al crecimiento de los Estados Unidos.

Esto, para que lo entiendan bien, hay que sentarse con los dos a solas y explicárselo en una pizarra, porque parece que de economía los dos primeros espadas de estos dos países entienden más bien poco y necesitan un repasito.

A lo mejor se podía encargar esta tarea a Mario Draghi, que de economía sí que sabe.