El nuevo rey de la vivienda de lujo empezó sufriendo a Jesús Gil en Marbella

Enrique López Granados empezó trabajando con su padre, un empresario que construyó más de 5.000 viviendas de todo tipo: desde casas en el barrio madrileño de Villaverde y en Getafe hasta villas de varios millones de euros en la Costa del Sol. Una promoción que tenían en Marbella en los años 90 se les atragantó y les hizo pasarlo muy mal.

«Teníamos una promoción muy buena en primera línea de playa. Se había atascado un poco por el problema que hubo entre el entonces alcalde, Jesús Gil, y la Junta de Andalucía. Le dijeron que había dado las licencias fuera del plan general. Ganamos el pleito, pero, mientras lo ganábamos, tuvimos que devolver el dinero a todos los compradores. Cuando pudimos volver a vender las casas, era la crisis de los años 90. Tuvimos que venderlas por 23 millones de pesetas, un 70 % menos de lo que se habían vendido antes, y pidiendo a amigos que nos hicieran el favor de comprarlas, aunque realmente eran un chollo», recuerda López Granados.

Se le atragantó una promoción en Marbella en los años 90 cuando era alcalde Jesús Gil

La lección le sirvió para no dormirse nunca, porque una crisis puede llegar en cualquier momento. El turismo que hoy viene y compra casas puede un día decidirse a ir a otro sitio: «Se piensa que a la gente rica le dan igual las crisis, y que por eso este mercado es más seguro. No estoy de acuerdo. Es igual de inseguro que cualquier mercado inmobiliario. Hay momentos en los que un mercado se para, hay otro que arranca... Son circunstancias globales que nadie controla ni puede prever. En España tenemos un turismo bastante bueno. Ojalá no vivamos otra vez una crisis como la de Marbella. No quiero ni pensarlo. Cuando ocurre una crisis, no se vende nada a ningún precio. Hoy allí las casas se venden por dos millones de euros».

Afortunadamente para ellos, la siguiente crisis, la del año 2008, la salvaron mejor: «No vendíamos mucho, pero aguantamos bien y no tuvimos que negociar ninguna quita con ningún banco. Trabajamos con La Caixa y fue muy bueno para nuestra relación: vieron que peleamos, utilizamos préstamos y créditos y, gracias a Dios, pudimos vender bien lo que teníamos. Luego La Caixa nos financió nuestro proyecto en Somosaguas en torno al año 2010, cuando no estaba financiando nada. Vieron que habíamos sobrevivido a la crisis y les parecimos seguros».

Ya en el año 1998, Enrique López Granados se independizó de la empresa de su padre para crear la suya: Caledonian. Con ella ha vendido casas en Ibiza por 11 millones de euros, en la Costa del Sol hasta por 8 millones, en Aravaca y Pozuelo por entre 2 y 3,5 millones, en el barrio madrileño de La Moraleja... Poco a poco se han ido convirtiendo en los nuevos reyes de la vivienda de lujo. «Nos hemos dedicado bastante al premium market, pero no quiero que se nos encasille ahí. Estaríamos encantados de hacer algún proyecto de vivienda asequible, pero todavía no hemos encontrado la oportunidad».

Su proyecto estrella en la actualidad es el primer St. Regis que se construirá en España (en Marbella) y el único de Europa cuya construcción y comercialización serán independientes de Marriott, la potente empresa global especializada en hoteles de lujo. Se trata de residencias de lujo para 46 propietarios millonarios que no tendrán que hacer nada, pues el servicio de mantenimiento se encargará de todo. Cuando quieran usar su casa, tendrán todo hecho: la compra que quieren, la limpieza, el suelo radiante, etc. «Son casas hasta baratas. Las villas que estamos vendiendo allí valen siete millones y tienen 500 metros cuadrados, mientras que estas valen 3,5 millones, tienen 300 metros cuadrados, y la casa normal tiene tres dormitorios. Tienen una plaza común, como un club, de nada menos que 1.200 metros cuadrados. Estamos hablando de precios de salida. Luego, Dios proveerá», señala.

Una de sus ideas es democratizar las viviendas de lujo: que puedan costar 500.000 euros en lugar de más de 3 millones

La construcción empezó el pasado 8 de octubre y las casas estarán disponibles dentro de tres años. Están hechas con los altos estándares de calidad de la marca, que incluye la utilización de materiales naturales: maderas macizas, piedras monolíticas... La ducha puede ser una pieza de piedra. La ventana puede ser de suelo a techo y, cuando se abre con un botón, el comprador puede quedarse en la cama como si estuviera en la terraza, tranquilamente mirando al mar. El detalle puede verse en esta web. López Granados afirma que se comprometen a que las imágenes que aparecen en las fotos son como la realidad, o incluso peores que en la realidad. «St. Regis es el mejor proyecto que hemos hecho nunca», afirma.

Caledonian es una empresa boutique, que cuida al máximo la calidad y cobra alto. Por eso lanza pocas promociones, en torno a una al año: «En 2024 estamos lanzando este proyecto de St. Regis, que nos aportará unas ventas de entre 170 y 200 millones de euros. El año que viene lanzaremos el proyecto de Benidorm, que alcanzará una facturación de unos 300 millones. Al año siguiente lanzaremos otro que aún no puedo comentar por no estar todavía firmado, pero será bastante grande».

Los altos precios significan que los compradores de las casas de Caledonian son millonarios como el segundo más rico de Bélgica o grandes fortunas españolas o de países del Este, entre otros. Aun así, López Granados no renuncia a democratizar sus productos. «Con el mismo arquitecto, Marcio Kogan, el mismo diseño y los mismos estándares de calidad y de confort, puedes entrar en viviendas de 450.000 ó 650.000 euros», afirma.