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Un avión de Lufthansa en el aeropuerto de Frankfurt (Alemania)EFE

Un juzgado de Vitoria condena a Lufthansa a pagar 400 euros a un pasajero al que retrasó su vuelo

Su vuelo con destino Bilbao fue cancelado y finalmente llegó con más de tres horas de retraso

El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Vitoria-Gasteiz ha condenado a la aerolínea Lufthansa al pago de 400 euros a un pasajero, con imposición de costas por «temeridad», por cancelar su vuelo y reubicarlo en otro con su filial Lufthansa Cityline, que llegó con más de tres horas de retraso sobre la hora inicialmente contratada.

La magistrada indica en la sentencia que «hay motivos» para imponer las costas por temeridad, ya que la demandada «no ha contestado al demandante a ninguno de los requerimientos realizados por el mismo, haciendo un caso omiso, no dando explicaciones y obligando al pasajero a impetrar el auxilio de la justicia, al margen de que el motivo de oposición tiene poco fundamento», según ha informado el grupo jurídico Reclamador en un comunicado.

Por su parte, Lufthansa alegó frente a la demanda «falta de legitimación pasiva» por no operar el vuelo, indicando que lo hacía su filial Lufthansa Cityline. Sin embargo, la magistrada indica que además de observarse que la cancelación es con un vuelo de Lufthansa, Lufthansa Cityline en todo caso es una filial de la propia Lufthansa, y a efectos legales es igual de responsable del retraso.

ANTECEDENTES

La pasajera había comprado un billete para volar desde el Aeropuerto Internacional de Tirana, en Albania, a Bilbao el 29 de julio de 2023. El plan de vuelo fijaba la salida a las 18.20 horas desde Tirana el 29 de julio, y la llegada a Munich (Alemania) a las 20.15 horas del mismo día, donde se preveía una pequeña escala para volar a las 21.10 horas hasta Bilbao, con llegada estimada a las 23.15 horas.

No obstante, el vuelo con destino Bilbao fue cancelado y la pasajera fue reubicada en otro que llegó con más de tres horas de retraso sobre la inicialmente contratada.

Además, la pasajera se vio afectada por el cierre del aeropuerto de Munich, por lo que tuvo que pasar la noche en un hotel, abonando de su bolsillo el coste del alojamiento, así como la cena y otros gastos de transporte, para llegar finalmente a su destino 24 horas más tarde.