Hernández de Cos, cerca de fichar como director gerente del Banco de Pagos Internacionales

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España hasta el pasado mes de junio, podría ser confirmado este mismo fin de semana como próximo director gerente del Banco de Pagos Internacional (BIS por sus siglas en inglés), sustituyendo así el próximo año en el cargo al mexicano Agustín Carstens, según indica 'Financial Times'.

«Se espera que Hernández de Cos sea propuesto como próximo director general del BIS este fin de semana y es casi seguro que sea confirmado por su junta», señala el periódico de referencia en la City, que cita a dos miembros sin identificar de la junta de la institución con sede en Basilea (Suiza).

Una portavoz del BIS ha indicado a Europa Press sobre esta cuestión que la institución «no hace comentarios sobre especulaciones», limitándose a señalar que el BIS emitirá un comunicado de prensa «cuando concluya el proceso» y precisando que «tampoco revela las fechas de las reuniones».

A mediados de octubre, la agencia Bloomberg adelantó que el español, de 53 años, se perfilaba como el favorito para suceder Carstens al frente del BIS con el apoyo tácito o absoluto de los funcionarios de Europa, América Latina y Estados Unidos.

En caso de confirmarse la designación, De Cos asumiría el cargo en julio por un período renovable de hasta cinco años y se convertiría en el segundo español en dirigir el conocido como banco de los bancos centrales, después de Jaime Caruana, otro ex gobernador del Banco de España, quien dirigió el BIS entre 2009 y 2017.

El BIS, cuya fundación en 1930 lo convierte en la institución financiera internacional más antigua del mundo, presta asistencia a los bancos centrales en la promoción de la estabilidad monetaria y financiera global, actuando como contraparte de primera categoría en las transacciones financieras de los propios bancos centrales, y como agente o fideicomisario en operaciones financieras internacionales.

Asimismo, el BIS alberga el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, que establece los estándares globales para la supervisión bancaria, otorgando a su director un papel clave en la configuración del consenso global sobre las reglas financieras.