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Análisis económicoJosé Ramón Riera

El gasto público sigue creciendo camino superar en 45.000 millones el de 2023

En los ocho primeros meses del año nuestro gasto está creciendo a un ritmo del 6,7 %

La Intervención General de la Administración del Estado, ha publicado hace unos días los datos de ingresos y gastos consolidados de la Administración Central del Estado, los Organismos Autónomos, la Seguridad Social y las Comunidades Autónomas, con un resultado épico en gastos, que ha llegado en ocho meses a los 429.468 millones que suponen 26.381 millones más que en agosto de 2023. En los ocho primeros meses del año nuestro gasto está creciendo a un ritmo del 6,7 %.

En 2023, el cierre provisional que ha dado la IGAE para todo el Estado español, incluyendo la suma de las Diputaciones, Cabildos y Ayuntamientos, sumó 680.952 millones.

Si también sabemos que en el mes de diciembre además del gasto doble en pagas extras de empleados públicos y de pensionistas, siempre se producen una contabilización de última hora de muchos gastos, como pasó el año pasado, cuando a cierre de noviembre llevábamos una media de 50.340 millones y en diciembre los gastos contabilizados se fueron a 85.286 millones en un solo mes, o como en el 2022 que en noviembre llevábamos una media de 46.740 millones y en diciembre sumamos otros 85.177 millones, podemos estimar que a cierre de diciembre de 2024 nuestros gastos superarán los 725.000 millones.

Esta cifra supone que habremos gastado como Estado 45.000 millones más que en 2023 y que desde que llegó Sánchez al gobierno, de confirmarse esta cifra, el gasto público se habrá disparado en 245.000 millones.

Estamos en un Estado directamente enfocado a entrar en quiebra con la primera crisis mundial en que la financiación de la deuda se suba de forma sustancial, o haya a estados, como el español, al que no se le preste dinero.

Esto significa que podemos convertirnos en un estado fallido, incapaz de devolver lo que debemos y teniendo que tomar medidas draconianas para reducir el gasto público.

No estoy pensando en una reducción de 15 o 20.000 millones al año, estoy pensando en que el Estado español tendrá que reducir una cifra anual cercana a los 75.000 millones, si no hay que llegar incluso a los 100.000 millones, lo cual supone una reducción drástica de las pensiones, de los salarios de los empleados públicos, del gasto dedicado a sanidad y a educación.

Somos un país que ha generado un déficit contable a cierre de agosto de 35.981 millones, datos de la IGAE, y que según el Banco de España en los 8 primeros meses del año ha incrementado la deuda en 47.534 millones, sabiendo además que el Tesoro Público tuvo que pedir prestado en septiembre 15.400 millones más.

La cosa es muy seria y más que se puede poner, si de verdad no ponemos freno, de forma inmediata, a la vorágine de gasto en el que hemos entrado.

Y para entenderlo mejor he preparado el siguiente cuadro:

Los ingresos están creciendo mucho más de lo que la economía crece. Un INE cada día menos fiable nos dice que hemos crecido un 0,9 % en el primer trimestre, y un 0,8 % en el segundo y tercer trimestre, con lo cual llevamos acumulado un crecimiento del 2,5 % en los 9 primeros meses del año.

Por otro lado, tenemos que los incrementos por recaudación de impuestos crecen un 7,2 % y por cotizaciones sociales crecen un 6,3 %, así que el conjunto de ingresos de esta parte del Estado sube un 6,3 % porque la venta de servicios solo crece un 2,3 % y los otros ingresos caen un 0,1 %. Esta subida supone una recaudación de 23.373 millones más que en el 2023.

Pero nuestro problema, no está en los ingresos que crecen más que el PIB, sino en los gastos.

Así tenemos que los gastos generales y los salarios crecen un 6 %, los intereses de la deuda suben un 13,5 %, las prestaciones sociales suben un 6,5 % y aunque las subvenciones bajan 1.000 millones, los otros gastos suben nada más y nada menos que un 8,6 %.

Ojo a la subida de los intereses que veremos que sigue creciendo mucho más en los próximos meses.

Todos estos gastos suman 429.468 millones, un 6,7 % más, y suponen un incremento de 26.831 millones y de seguir en este ritmo y no hay nada que nos diga lo contrario, esta parte del Estado llegará a 591.000 millones a noviembre a los que habrá que sumar otros 85/90.000 millones de diciembre, que nos colocarán alrededor de los 680.000 millones, el mismo gasto que todo el Estado español en 2023, y a esta cifra habrá que sumar el gasto de Ayuntamientos y Diputaciones.

A todo esto el déficit contable se ha ido hasta los 35.981 millones, un 10,6 % más que el año pasado.

Si todo esto pasa tal como lo estoy contando hoy, salvo que paremos de contabilizar y guardar en los cajones facturas más de lo que ya hace Hacienda de forma habitual, nos encontraremos con que el avión del Estado español tiene que despegar, pero lleva demasiado peso para poder hacerlo y ha alcanzado el punto de no retorno y ya saben lo que suele pasar en esa situación.