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Análisis económicoJosé Ramón Riera

España es el segundo país de la UE con más déficit en el segundo trimestre, superando incluso a Francia

Qué raro, que la FNFM (Fábrica de Noticias Fake de la Moncloa) calle y no diga nada del dato publicado por Eurostat que nos convierte en el segundo país de la Unión Europea (UE) y en el primero de la Eurozona con el mayor déficit durante el segundo trimestre del año.

La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo, junto con el Banco Central Europeo (BCE) están más que empeñados en que la Unión Europea empiece a reducir, como sea, el déficit al 3 %, algo que llevamos incumpliendo desde 2020.

2019 se cerró con un déficit del 0,5 % y llevábamos 6 años consecutivos con un déficit claramente controlado.

Veníamos de una crisis financiera que asoló a casi todos los países de la Unión Europea y que duró 5 años, desde el 2008 al 2013. En ese tiempo, la UE estuvo al borde del abismo y a un tris de desaparecer. El ataque al euro fue durísimo y quien lo salvó fue el BCE, en concreto su presidente, Mario Draghi, que con su declaración en Londres en 2012, el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos, salvó la moneda común de la Unión Europea. Su «What ever it takes» (lo que haga falta), será recordado durante mucho tiempo.

Cuando parecía que íbamos por el buen camino, llega en el 2020 la pandemia y se admite de todo a los países miembros. Así fue como llegamos a un déficit en ese año del 6,7 %, que continuó en el 2021 con un 4,6 %. En 2022, cuando deberíamos haber vuelto a una senda de normalidad, se volvió a abrir la mano por la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania y la UE volvió a consolidar un 3,2 % de déficit.

Todo indicaba que en 2023 se debería haber tomado la decisión de parar esta sangría de dinero que había que pedir prestado, pero no fue así, y el déficit se disparó a un 3,5 %.

Pero ya en 2024 el parlamento exigió que en septiembre de 2024 todos los países tenían que presentar un plan a 4/7 años, para llegar al final de este período a un déficit máximo de un 1,5 %. Eso sí, empezando con que al final del 2024 no se podrá superar el 3 % de déficit.

El primer trimestre de 2024 no fue bueno, porque los países presentaron un resultado de un 3,7 %, pero que al venir de un 3,9 % en último trimestre de 2023, los países defendieron que estaban ya en marcha.

El cierre del segundo trimestre ha sido mucho mejor. Se ha bajado el déficit a un 2,7 % en la UE y a un 2,8 % en la Zona Euro y parece que el sentido común vuelve a aparecer en muchos de los países, aunque todavía no en todos. Y aquí es donde aparecen los países que van a dar muchos disgustos en los próximos meses y trimestres a la Unión Europea y si no vean los resultados de los 27 países:

Hay 10 países que han tenido superávit en este trimestre. Entre ellos destacan los 3 países que necesitaron intervención de la UE: Irlanda, Portugal y Grecia, con un 3 %, un 2,5 % y un 4,7 % respectivamente. Esto demuestra que son países y que tienen gobernantes que aprendieron la lección de lo que supone una intervención.

Entre estos países también están los países llamados austeros, que son, habitualmente, los del Norte de Europa. Así tenemos a los Países Bajos, con un superávit del 1,7 %, Suecia, con un 1,3 %, y Dinamarca, con un 4 %.

Los que necesitan pedir dinero son 17, pero hay 10 que entran en la línea de lo que está aprobado, que es menos de un 3 %. Entre esos países está Alemania que tiene un déficit del 1,4 %.

Pero donde de verdad está el problema es en tres importantes países que pueden hacer mucho daño a la UE. Polonia, que ya por su tamaño es la sexta economía de la UE y tiene un déficit del 7,3 %; España, con un déficit del 6,9 %; y Francia, con un déficit del 6,7 % y que ya ha recibido una llamada especial y tiene que poner en orden sus finanzas y que, aparentemente, ha dicho que se ponía en ello.

Lo de Polonia no se espera y lo de España mucho menos, cuando ya fue advertida a primeros de año y cuando se le comunicó que, excepcionalmente, no se le aplicaba la política del Protocolo de Déficit Excesivo, que implicaría un calendario de ajuste de las finanzas públicas, sanciones financieras en caso de no adoptar medidas, revisión y supervisión permanente de situación contable y priorización en la reducción de déficit y deuda.

Europa ya sabe quiénes son los países que le van a generar problemas: Francia y España y los tiene en el punto de mira. Pero a Sánchez se le ha puesto de cara con la situación de la Comunidad a Valenciana, sobre todo si se le permite una exención fiscal sin límites y sin control, algo que habrá que esperar a los próximos meses para ver qué pasa.

Pero con estos datos hay una realidad: España se ha salido del carril de lo que le pide la UE y eso tiene repercusiones. Nos podemos librar a corto y medio plazo por los efectos de la DANA, pero el ajuste será mayor cuando hayamos superado este durísimo efecto.

Sánchez se cree que esto le favorece y es cierto, pero solo a corto plazo. A largo plazo las obligaciones van a ser muy duras y las vamos a sufrir todos los españoles y todas las regiones. Bueno, a lo mejor todos no, porque País Vasco y Cataluña se vean bastante menos afectadas.