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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto al portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López.Fernando Sánchez - Europa Press

El Debate de la Economía  Carbó y Pampillón: «No es el momento de subir impuestos: hay que reducir el gasto y hacer crecer la economía»

Hablamos con los dos economistas sobre los nuevos impuestos que ha acordado implantar el Congreso y su repercusión sobre la economía española

El Congreso ha aprobado finalmente un nuevo paquete tributario que incluye la transposición del tipo mínimo global del 15 % a las multinacionales, un nuevo impuesto a la banca, la reactivación de las alzas societarias de 2016 que la Justicia tumbó en enero y el alza al 30 % del IRPF sobre el ahorro a partir de 300.000 euros. Sobre ello hablamos con los catedráticos Santiago Carbó y Rafael Pampillón, que no ven como una buena idea que suban los impuestos ahora.

Carbó recalca que esta semana, marcada por el esperpento vivido el lunes al retrasar la decisión sobre la reforma fiscal, «no ha sido una buena semana para generar confianza. En general, el contexto de subida de impuestos creo que no es el correcto en este momento. Tenemos que cumplir con el déficit, pero también tenemos que hacer crecer la economía. La vía de aumentar impuestos debería ser mucho más limitada, y quizá vigilar mucho más lo que está pasando con el gasto».

Yendo a impuestos concretos, a Carbó le llama la atención sobre todo el destinado a la banca: «Se dice que quiere mantenerse como sea, y la verdad es que creo que no genera mucha confianza. No se entiende que los bancos españoles, que compiten con los del resto del mundo, tengan que sufrir un gravamen que les resta competitividad. Además, el sector bancario no es el más rentable de la economía. Es verdad que ha tenido dos años buenos por la subida de tipos, pero su panorama va a cambiar ahora claramente con la bajada de tipos. Falta cierta coherencia en esta reforma. Ni la imagen que se ha dado ni el fondo de la reforma van a ayudar a generar la confianza necesaria para nuestra economía».

Por lo que se refiere a otros impuestos que se han planteado, como el que tiene que ver con las socimis, Pampillón afirma que hubiera significado «expulsar del mercado a las inversiones extranjeras que puedan venir, e incluso algunas socimis dijeron que se irían de España si se aplicara», recuerda.

En cuanto al final de la exención fiscal de los seguros privados de salud que se planteó, indica que «se está formando una tormenta perfecta con Muface», y que si las dos opciones colapsaran, «los afiliados de esas compañías se irían a la pública», que podría igualmente colapsar.

Por lo que se refiere al impuesto a las energéticas, Pampillón arguye que si va adelante «repercutirá sobre los clientes, sobre los fondos de inversión que tienen su dinero en acciones de Iberdrola, de Endesa, de Repsol... Su cotización va a ser menor, y lo va a sufrir el ahorro que se sitúe en este tipo de acciones de empresas de energía».

Mejor reducir el gasto que subir los impuestos

Bruselas pide a España que contenga el déficit, algo que no solo puede hacerse subiendo ingresos, sino también reduciendo el gasto. Tanto Carbó como Pampillón ven más oportuna esta vía. «Hay mucho gasto innecesario que hay que reducir. El empleo público ha aumentado mucho, tenemos una Administración Central con muchos ministerios, hay un número elevado de observatorios... Lo que pasa es que el gasto público da poder», apunta Pampillón.

Carbó indica que hace falta una gran reforma de la Administración para la que no hay consensos: «Casi todos los partidos políticos se sienten cómodos con una estructura enorme de asesores, observatorios, etc. En otros países esos observatorios no existen para informar al ministro o al secretario de Estado, sino porque tienen un prestigio y una calidad de sus informes. Debería ser muy importante tenerlo en cuenta cuando creemos instituciones o estructuras dentro de la Administración: que tengan sentido. No debemos tener más asesores que luego no van a aportar nada».