«¡Estoy harto de que me frían a impuestos!», los españoles y el agobio fiscal de Sánchez y Montero
La mayor parte de los encuestados están en contra de que el Ejecutivo suba unos impuestos que no ven reflejados en los servicios públicos
Con los impuestos que los españoles pagan se puede financiar escuelas, hospitales, carreteras, entre otros. Servicios de los que puede gozar cualquier ciudadano y hace que el capital que uno otorga al Estado lo reciba en diversas clases de servicios. «Hacienda somos todos» ¿lo recuerda? El problema está en que ese dinero que nosotros pagamos a modo de tributo se vea reflejado en las Administraciones Públicas.
Si hay algo por lo que se caracteriza este Gobierno socialista es de subir impuestos. Desde que Pedro Sánchez llegó al poder, se han aprobado casi un centenar de subidas de tributos y cotizaciones. A esto habría que sumarle la reciente campaña que ha lanzado el Ministerio de Hacienda bajo el título 'Lo que das vuelve'. A través de la Agencia Tributaria, el Estado pretende concienciar a la población sobre el valor social de los impuestos para la vida diaria y para el progreso común.
«¿Está harto de que le frían a impuestos?», con esta pregunta El Debate ha salido a la calle. La inmensa mayoría se siente asqueada de que así sea. Es más, muchos reconocen que es la clase media la que más se ve afectada. «Suben los impuestos y, sin embargo, los salarios no suben», afirma una mujer ante el micrófono de este medio. «La presión fiscal que soportamos en este país es completamente insufrible», añade otro ciudadano.
Ahora bien, cuando se les pregunta por la campaña que ha iniciado Hacienda en redes, el significado del eslogan cae por su propio peso. «¡Ya está bien!», comentaba un hombre que se quejaba de que su dinero acabe en «gente improductiva que no tiene ganas de trabajar». «Lo que damos y lo que vuelve... mira lo de la DANA», señalaba otro individuo dudando de si sus impuestos se han destinado correctamente al desastre en Valencia. El rechazo al Gobierno es manifiesto y también a su presidente, a quien califican de «mentiroso y sinvergüenza».