ArcelorMittal aparca sus inversiones para producir acero 'verde' en Gijón pese a las ayudas de 450 millones
Supondría producir más caro y la tecnología todavía no es competitiva frente a la sobrecapacidad de producción de China, dice la compañía
ArcelorMittal ha decidido aparcar sus inversiones en instalaciones de reducción directa del mineral de hierro (DRI, por sus siglas en inglés), una de ellas proyectada en Gijón, después de recibir 450 millones de euros en subvenciones del Gobierno con cargo a una ayuda del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de Descarbonización.
La compañía ha confirmado a Europa Press los planes de suspender sus inversiones en dichas instalaciones, al considerar que hasta la fecha no se dan las condiciones para invertir en ellas.
En concreto, el plan de Arcelor, aprobado por el Consejo de Ministros del 4 de abril de 2023, recogía medidas para mejorar su competitividad a través de nuevas inversiones, como el nuevo horno eléctrico en la planta de Gijón, una planta de DRI con hidrógeno verde en esa misma instalación y la posibilidad de un nuevo horno eléctrico en Avilés.
La multinacional, que ha ofrecido este martes una actualización sobre sus planes de descarbonización en Europa, ha explicado a través de un comunicado que este tipo de inversiones no son rentables y que aún no se dan las condiciones, pues supondría producir más caro y la tecnología todavía no es competitiva frente a la sobrecapacidad de producción de China.
ArcelorMittal ha indicado que no sólo en España, sino también en otros países, anunció planes de inversión en plantas de DRI combinadas con hornos de arco eléctrico, plenamente compatibles con el uso de hidrógeno, cuyo proceso conlleva menores emisiones de carbono, en sustitución de varios hornos altos en sus plantas europeas, como un primer paso estratégico clave para la reducción de emisiones.
En todos los casos, los países en los que se proyectaban estas inversiones les ofrecieron ayudas para la financiación de estos proyectos, con la aprobación de la Comisión Europea (CE).
No obstante, han matizado que ese tipo de proyectos se basaban en la premisa de una combinación favorable de avances en el plano político, tecnológico y de mercado que facilitarían las inversiones en descarbonización ayudando a compensar el significativo aumento de costes de capital y de explotación que conllevaría esta estrategia de transición. Ello incluía la posibilidad de utilizar gas natural hasta que el hidrógeno verde resultase competitivo.
«Aún no hay marco regulatorio»
El consejero delegado de ArcelorMittal, Aditya Mittal, ha querido agradecer el apoyo ofrecido hasta la fecha por los diferentes gobiernos.
Sin embargo, ha considerado que la magnitud del reto que ello supone requiere nuevas iniciativas de ámbito político para asegurar la viabilidad de mayores inversiones. «Hubiéramos deseado avanzar con mayor celeridad, pero la realidad es que aún no se ha establecido el marco regulatorio necesario para apoyar la justificación económica de las inversiones», ha indicado.
«Confío en que las decisiones de ámbito político que se adopten en 2025 aportarán mayor claridad para determinar el enfoque con el que avanzaremos en la descarbonización de nuestras instalaciones», ha apostillado.
Vista en 2025
No obstante, ArcerlorMittal ha explicado que prevé en materia de descarbonización diversos «pasos importantes» en 2025, incluyendo la revisión programada del CBAM, la revisión prevista de las medidas de salvaguardia aplicadas al acero y la publicación del Plan de Acción para el Sector Siderúrgico y Metalúrgico. Consideran que una vez completadas, estas iniciativas aportarán los parámetros necesarios para desarrollar la justificación económica de las inversiones en descarbonización en Europa.
La compañía mantiene su compromiso de descarbonizar sus procesos y alcanzar las cero emisiones netas con el horizonte de 2050. Las actuaciones acometidas en Europa hasta la fecha incluyen, por ejemplo, el inicio en mayo de la construcción de un horno de arco eléctrico con una capacidad de producción anual de 1,1 millones de toneladas en la planta de productos largos en Gijón. Cuando esté concluido, este proyecto permitirá una reducción de un millón de toneladas de CO2 equivalente.
La ampliación de los plazos necesarios para adoptar las decisiones finales respecto a las inversiones no afectará a la capacidad de la sociedad para dar respuesta a la demanda de acero con bajas emisiones de carbono por parte de los clientes, dado que el proyecto de remodelación de la planta de Sestao (Vizcaya) supondrá un sustancial incremento de la capacidad de la empresa para fabricar productos planos de acero con bajas emisiones de carbono.
En lo que respecta al volumen de emisiones en términos absolutos, el volumen total de emisiones de las actividades de la Empresa en Europa se ha reducido en un 28,2 % desde 2018, debido en gran medida al descenso de producción motivado por la baja demanda.