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Protestas de los agricultores franceses en la frontera con España

Los agricultores franceses amenazan con nuevas protestas para el 9 y 10 de diciembre

Los sindicatos denuncian el acuerdo de libre comercio entra la Unión Europea y Mercosur

La Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), que es la principal organización profesional del sector en Francia, llamó este viernes a realizar nuevas movilizaciones el 9 y el 10 de diciembre por todo el país.

En una entrevista con la radio RMC, el presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, indicó que esta nueva ronda de manifestaciones está centrada en el reclamo de medidas para garantizar los ingresos de los agricultores y los precios de sus productos. Con estas medidas de presión esperan ser recibidos por el presidente francés, Emmanuel Macron. «Necesitamos ver resultados concretos», resaltó Rousseau.

Esta nueva convocatoria da continuidad a las manifestaciones que se han venido dando de nuevo este mes y que en Francia tenían como blanco, en especial, la negativa rotunda del campo al acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), ante el impulso en Bruselas para tratar de reactivarlo.

La clase política francesa también rechaza este acuerdo y así lo escenificó esta misma semana, al aprobar de manera aplastante -aunque cada partido esgrimiera argumentos diferentes- una resolución planteada por el Gobierno para recalcar la oposición francesa a la firma del tratado en su actual estado, tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado.

A pesar de esta reciente reactivación de las protestas, la movilización del campo francés por el momento es de menor amplitud que las protestas agrícolas organizadas en enero y febrero de este año. Aquellas manifestaciones se produjeron en paralelo a las que se dieron también en muchos otros países europeos.

En aquel momento, el Gobierno francés logró apaciguarlas poniendo sobre la mesa muchas de las medidas que reclamaban los agricultores, si bien los sindicatos advirtieron desde el principio que, de no ver resultados concretos, retomarían las protestas.