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Un experto energético asegura que

Estrategias para ahorrar en tu factura de luz: consejos prácticos de un experto energético

Desde ajustar la potencia contratada hasta comprender los beneficios de las tarifas variables

El coste de la electricidad es una preocupación constante desde hace un par de años en España. Entender cómo se estructura y qué aspectos ajustar puede resultar en una gran diferencia en la factura mensual.

Jesús, ingeniero y experto en energía, explica varios conceptos importantes sobre cómo reducir los gastos eléctricos sin comprometer el confort del hogar. Desde ajustar la potencia contratada hasta comprender los beneficios de las tarifas variables.

Los costes fijos

Jesús señala que aproximadamente que es bastante habitual que el 30 % de la factura de electricidad corresponda al término fijo, que se paga independientemente del consumo. Así, «aunque te ausentes de casa durante todo un mes, seguirás pagando esta parte de la factura». Este coste fijo se deriva del mantenimiento de la infraestructura, «como la tubería en el caso del agua o el cableado de la electricidad».

Aunque te ausentes de casa durante todo un mes, seguirás pagando los costes fijos

Para reducir este porcentaje, recomienda «ajustar la potencia contratada al mínimo necesario», evitando deficiencias en el suministro. Por ejemplo, «en mi casa, la potencia la hemos ajustado y toleramos que salte un par de veces al año cuando se encienden varios electrodomésticos de alto consumo al mismo tiempo, especialmente en verano con el aire acondicionado». Para evitar esto, es importante «encontrar un punto de equilibrio que permita cubrir el uso típico sin pagar de más por una potencia que no utilizas al máximo».

¿Cómo ajustar la potencia contratada?

Revisar la potencia máxima consumida en los últimos meses es clave para hacer este ajuste. «La factura de electricidad incluye, generalmente en una sección de letra pequeña, un dato sobre la potencia máxima utilizada en los últimos 12 meses», asegura. Jesús recuerda el caso de un familiar, quien tenía «una potencia contratada de 5,75 kW, pero en el último año solo había llegado a usar 3,15 kW. Este dato le permitió reducir la potencia contratada y ahorrar en el término fijo».

Cada kilovatio de ajuste puede representar un ahorro de entre 35 y 50 euros al año

Jesús calcula que «cada kilovatio de ajuste en este término fijo puede representar un ahorro de entre 35 y 50 euros al año». De esta manera, reducir la potencia en un par de kilovatios puede generar un ahorro importante, «prácticamente cubriendo el gasto de un electrodoméstico como una nevera al año».

El impacto de la tarifa horaria

En 2021, se implementaron cambios en las tarifas eléctricas en España, con el fin de desplazar el consumo de electricidad a horarios menos congestionados. Esta regulación se estableció para promover el uso de electricidad en horas de menor demanda, abaratando el coste de la energía en ciertas franjas horarias, especialmente en horarios nocturnos o de fin de semana y encareciéndola en las horas punta (entre las seis y las 10 de la tarde y las 10 y las 14).

No siempre es práctico adaptar todos los consumos a las horas baratas

«Para los hogares con familias o niños pequeños, este sistema puede resultar un desafío, ya que las horas punta coinciden con momentos cruciales del día, como la cena y el baño de los niños. Por ello, no siempre es práctico desplazar los consumos a las horas baratas», recuerda. Jesús sugiere evaluar las necesidades personales y, si no es posible ajustar los hábitos de consumo, «considerar la opción de un precio único que se mantenga estable a lo largo del día».

Tarifas fijas, indexadas y el PVPC

Existen distintas modalidades de tarifas y, según Jesús, «cada una puede resultar conveniente en diferentes situaciones»:

  • Tarifa de precios fijos: «Esta tarifa es ideal para quienes buscan estabilidad y desean evitar los efectos de las fluctuaciones del mercado», aclara. Durante la crisis energética provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, aquellos con tarifas fijas lograron mantener sus precios estables. No obstante, «esta opción puede ser menos favorable si los precios de mercado bajan, ya que estará sujeto a la tarifa contratada durante el año». Dentro de estas tarifas se puede optar por una en la que el precio de la energía sea siempre el mismo independiente de la hora.

  • Tarifa de precios indexados: las tarifas indexadas «varían en función del mercado, ofreciendo precios diferentes según la demanda en cada momento, de cada hora y cada día». Es una opción flexible y puede resultar ventajosa en períodos de baja demanda y precios bajos. Sin embargo, Jesús comenta que «requiere una gestión más activa y puede suponer una opción arriesgada en momentos de gran inestabilidad del mercado. Es ideal para quienes pueden adaptar sus consumos y tienen interés en seguir los precios diarios».

  • Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC): esta es la tarifa regulada por el gobierno y es recomendable para ciertos grupos, como familias numerosas o consumidores vulnerables, quienes pueden beneficiarse del bono social, una ayuda que actualmente puede cubrir entre el 25 % y el 65 % de la factura. «Esta tarifa es indexada y varía horariamente como la anterior, por lo que aquellos con bono social pueden beneficiarse de los precios bajos en determinados momentos».

Hábitos de consumo

Una vez elegida la tarifa, Jesús destaca la importancia de evaluar los hábitos y dispositivos de consumo. «Por ejemplo, poner la lavadora en horarios económicos puede parecer una buena idea, pero si no es posible atenderla al terminar el ciclo, las prendas pueden quedar arrugadas o malolientes. En estos casos, optar por una tarifa fija con un único o combinar horarios de bajo costo con tareas que no requieran una atención inmediata puede ser la mejor estrategia».

Para los más entusiastas, «la domótica y los precios indexados permiten programar electrodomésticos para aprovechar las horas de menor coste de manera automática». Así, algunos usuarios avanzados gestionan sus consumos en tiempo real, reduciendo su factura eléctrica en función de los precios de cada momento.

La domótica y los precios indexados permiten programar electrodomésticos para aprovechar las horas de menor coste

El ahorro en la factura de luz no solo depende de apagar las luces o usar menos el aire acondicionado. Como explica Jesús, «ajustar la potencia contratada y elegir la tarifa que mejor se adapte a tu perfil de consumo pueden ser estrategias clave para reducir el coste eléctrico anual». Además, para aquellos que cumplen con los requisitos, tramitar el bono social representa una ayuda de gran valor.

Cada hogar tiene distintas necesidades y patrones de consumo, por lo que conocer las opciones y adaptar el uso a las características de cada tarifa puede marcar una gran diferencia en el ahorro energético.