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José María Rotellar

El falso escenario del paro, pura mercadotecnia

Vivimos un trampantojo del empleo, que ni es sólido, ni de calidad, ni las estadísticas son comparables

Los datos de noviembre relativos al paro registrado y a la afiliación a la Seguridad Social han sido malos, con fuerte destrucción de empleo —peor dato de afiliación mensual de los últimos cinco años—, escasa caída de paro y fuerte descenso de población activa, que puede significar tanto desánimo de los ciudadanos a la hora de buscar un puesto de trabajo, porque no lo encuentren, como por el artificio de los fijos-discontinuos, que cuando cesan su actividad dejan de ser computados como afiliados, pero no son registrados como parados, y de ahí puede haber también una parte de la divergencia.

El Gobierno, sin embargo, no deja de presumir de los datos del mercado laboral, pero todo es un escenario falso, pura campaña de mercadotecnia, porque el empleo no va bien en España:

1. Tanto la EPA del IIITR como los datos de paro y afiliación de los dos últimos meses dejan bien claro que la tendencia del mercado laboral es descendente.

2. La destrucción de empleo es intensa, siendo uno de los mayores descensos de ocupación de un mes de noviembre de los últimos años.

3. La calidad del empleo sigue siendo mala, pues una gran proporción de los trabajos o son temporales o son a tiempo parcial o fijos discontinuos.

4. De hecho, casi el 60 % de los contratos indefinidos son a tiempo parcial o fijos-discontinuos.

5. Las horas trabajadas no aumentan, de manera que cuando se crea empleo no aumenta, sino que se reparte.

6. El número de contratos mensuales de una sola persona ha aumentado exponencialmente por la nueva normativa, con lo que se pierde cualquier comparación posible con el pasado, ya que no es que se genere la contratación de muchas personas, sino que una única persona encadena varios contratos muy pequeños en un mismo mes.

7. Aun así, la contratación cae un 4,04 % en términos interanuales, volviendo a una tendencia bajista.

8. Se destruye el número de empresas con código de cotización, muestra del empobrecimiento de la economía.

9. Algunos subsidios son contraproducentes, pues buscan anular a la persona como profesional. Deben ser un sostén para ayudar a una persona en un mal momento, pero no incentivando su cronificación, como pretende hacer el Gobierno.

10. Aumenta el número de personas en ERTE, habiendo, asimismo, varios ERE en marcha en la economía española, que implicará una fuerte reducción de empleo.

11. Gran parte del empleo creado en términos interanuales son empleos públicos, con lo que es sostenido por el artificio del gasto público, no por la propia economía.

12. El artificio estadístico ideado pro el Gobierno para tratar de maquillar el número de parados hace perder toda posibilidad de comparación y ahuyenta el rigor de dichas estadísticas, derivando hacia un mero ejercicio informativo

Por tanto, vivimos un trampantojo del empleo, que ni es sólido, ni de calidad, ni las estadísticas son comparables, que es coherente con el trampantojo de la actividad económica, cuyo crecimiento es artificial, sostenido por el gasto público, con fuerte efecto expulsión de la inversión privada y empobrecimiento vía PIB per cápita. Es el trampantojo del mercado laboral, un mercado con evolución de tendencia negativa.

  • José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria