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Trabajadores en una oficina.EP

Récord de concursos de acreedores entre las pymes tras las alzas del salario mínimo y de las cotizaciones

Cepyme advierte que los costes laborales para las pequeñas y medianas empresas acumulan un aumento del 18,1 % desde 2019

Las pymes miran con preocupación la nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que ya última el Ejecutivo. En los nueve primeros meses del año, los concursos de acreedores de pequeñas y medianas empresas han sumado 7.182, un 26,2 % más que en el mismo período de 2023. «Es el dato más alto de los últimos 15 años, a excepción de 2022, cuando se contabilizaron concursos de trimestres previos por la suspensión parcial durante la pandemia», explican desde la patronal Cepyme.

En el tercer trimestre del año los costes laborales de las pymes se han incrementado un 4,2 %, y el alza acumulada desde 2019 se sitúa en el 18,1 %. Ello en un contexto de moderación de la inflación y de los precios energéticos, que se han reducido un 10,2 en el primer trimestre del año. Una cifra insuficiente, trasladan desde la patronal, para compensar el incremento de las bases y los tipos de las cotizaciones sociales o el salario mínimo, que se ha incrementado un 54 % desde 2018.

«Las subidas están dañando los márgenes y eso a su vez impacta en la inversión, lo que afecta a su futuro», explica Diego Barceló. El economista, responsable del servicio de estudios de Cepyme y columnista de El Debate, alerta del impacto de la nueva subida del SMI y de la reducción de jornada laboral unilateral que el Gobierno negocia con los sindicatos. «Las consecuencias son las obvias: menos inversión, menos contrataciones y cierre de empresas. Es como poner una olla a hervir: va subiendo la temperatura hasta que finalmente bulle», ejemplifica.

El incremento del SMI ha supuesto el principal factor de incremento de los costes laborales entre las pymes, especialmente vulnerables por su menor productividad por empleado. En el tercer trimestre de 2024 el salario medio en las empresas pequeñas fue un 18,6 % inferior al de las medianas, casi tres puntos menos que en 2021.

En paralelo, la rentabilidad bruta de las pymes se ha visto recortada un 12 % desde 2019. Las más afectadas han sido las microempresas, que pese al ritmo de crecimiento del PIB y del empleo, han congelado la contratación, a diferencia de las grandes y medianas empresas. El motivo: tener que afrontar unos costes operativos un 26,8 % más altos que en el tercer trimestre de 2020. Ello a pesar del buen ritmo de crecimiento del PIB y del empleo,

La rentabilidad de las pymes ha caído un 12 % desde 2019

Barceló pone el acento en la opacidad respecto al cálculo de las subidas del SMI que, según denuncia, se hace con datos incompletos y sin tener en cuenta el Estatuto de los Trabajadores. «Ha subido tres veces más que la inflación, ha subido a pesar de que la productividad ha caído, pese a que España sigue teniendo la mayor tasa de paro de la UE y pese a que también está creciendo la participación de los asalariados en la renta», subraya.

Según sus estimaciones, el incremento del salario ha frenado la creación de cerca de 350.000 empleos por parte de las pymes durante el último lustro. En paralelo, Cepyme cifra en 12.200 el número de microempresas perdidas desde 2019.