Bruselas llega a un acuerdo pesquero que supondrá una reducción de los arrastreros españoles del 66 %
Los ministros de Pesca de la Unión Europea han cerrado este miércoles un acuerdo sobre las posibilidades en aguas comunitarias del Atlántico y el Mediterráneo para 2025 que supondrá una reducción del esfuerzo pesquero de los arrastreros en territorio español.
El Mediterráneo Occidental ha sido el centro de las discusiones, como ha reconocido el nuevo comisario, Costas Kadis, durante la rueda de prensa a término de la reunión. En lo que respecta a estas aguas, los ministros han acordado «reducir el esfuerzo pesquero de los arrastreros en un 66 % en aguas españolas y en un 38% en aguas francesas e italianas para proteger las poblaciones demersales –que viven cerca del fondo–, teniendo también en cuenta el impacto socioeconómico en las flotas».
Kadis ha explicado que se ha pactado «un mecanismo de compensación ampliado que aliviará el impacto socioeconómico de la reducción del esfuerzo» y que amortiguará el recorte que pide Bruselas. Este mecanismo permitirá recuperar días de actividad si se cumplen ciertas medidas medioambientales como el cierre temporal de zonas o la imposición de vedas para proteger a las especies que preocupan a la comisión: los alevines de merluza y la gamba roja.
Así, los pescadores pueden beneficiarse de un incremento «sustancial» del número de días en que salen al mar a pescar «si se comprometen con la selectividad» –la capacidad de los métodos de pesca de seleccionar los peces y tamaños deseados–, con el cierre a la pesca de áreas de mar y con el uso de instrumentos de pesca «innovadores» como el cambio de mallas
Estas medidas se pueden acumular y, si un barco utiliza todas ellas, puede pescar «los mismos días o casi los mismos días que pescó este año».
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha celebrado «los buenos resultados» del acuerdo ya que se ha logrado «neutralizar la disminución del 79 %» que habría supuesto una «sentencia de muerte» para el sector.
Planas, que ha calificado las negociaciones como las «más difíciles» de su vida ha comentado que es «una magnífica noticia que permite continuar la actividad pesquera en el Mediterráneo y salvar el impacto socioecónomico que habría tenido una media tan drástica como la que planteaba la Comisión Europea».
Por su parte, el secretario general de la patronal pesquera (Cepesca) y presidente de Europêche, Javier Garat, ha advertido que las medidas de compensación suponen «un esfuerzo y un coste adicional para los pescadores españoles» que, tal y como está el sector, pondrá en riesgo la supervivencia de muchos.
La propuesta inicial suponía una reducción para la flota de arrastre en el Mediterráneo del 79 % en los días de pesca, lo que iba a suponer que los barcos solo podrían salir al mar 27 jornadas al año. Esta idea fue calificada de «declaración de guerra» por parte de los arrastreros españoles que ya han visto recortada su actividad en un 40 % en los últimos cinco años.