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Análisis económicoJosé Ramón Riera

Por qué cada vez somos menos importantes: España dedica a I+D la mitad que la eurozona

El país que más invierte por habitante en I+D es Dinamarca, que gasta 1.895 euros. Esto es 4,1 veces más que España. En 2023 Dinamarca tuvo un PIB per cápita de 52.510 euros, exactamente el doble que el nuestro

El I+D es uno de los motores clave para el desarrollo, el crecimiento económico y la calidad de vida de una nación.

Lo es porque impulsa la innovación y fomenta la creación de nuevos productos, servicios y tecnologías que ayudan a resolver muchos de los problemas del día a día, como el desarrollo de nuevos medicamentos o soluciones para enfermedades nuevas y existentes.

Lo es porque mejora la competitividad económica de un país, permite crear empresas que puedan competir en un mundo global en igualdad de condiciones y atrae inversión extranjera al mostrar que existe un sistema adaptado para la innovación.

Lo es porque crea empleo cualificado y reduce la dependencia del sector servicios. Esto permite generar oportunidades laborales en sectores de alta tecnología y conocimiento, que ofrecen salarios mucho más altos.

Lo es porque incrementa la productividad al mejorar procesos, reducir costes y aumentar la eficiencia, permitiendo a las empresas producir más con los mismos recursos equivalentes.

Lo es, en la mayoría de las ocasiones, porque aumenta los ingresos fiscales. Las empresas innovadoras tienden a generar mayores beneficios, lo que se traduce en más ingresos fiscales. A su vez, la remuneración de los trabajadores suele ser superior a la media, por lo que las retenciones por IRPF y las cuotas a la Seguridad Social son más altas.

Eurostat acaba de publicar el pasado 10 de diciembre los resultados por país del esfuerzo dedicado por habitante a lo que ellos llaman GERD (Gross Expenditure on Research and Development), es decir, el gasto total en Investigación y Desarrollo o, como lo conocemos coloquialmente, I+D.

Siendo tan importante para un país, quizás deberíamos —y aquí incluyo a todos los políticos— preguntarles: ¿Por qué España está hoy dedicando solo el 50 % de lo que, de media, dedican los países de la Eurozona a esta partida tan relevante?

Veamos lo que se desprende de la información de Eurostat, en donde me he permitido añadir a Islandia y Noruega, países no miembros de la Unión Europea pero con los que mantenemos un tratado de Libre Comercio:

  • El país que más invierte por habitante en I+D es Dinamarca, que gasta 1.895 euros. Esto es 4,1 veces más que España. Además, en 2023 Dinamarca tuvo un PIB per cápita de 52.510 euros, exactamente el doble que el nuestro.
  • El segundo país es Islandia, que dedica 1.891 euros por habitante a esta partida. Su PIB per cápita es de 41.490 euros, un 62% más alto que el español.
  • El tercer país en inversión en I+D es Suecia, con 1.836 euros por habitante. Suecia tiene un PIB per cápita de 44.620 euros, un 74,2% más alto que el nuestro.
  • En sexto lugar tenemos a la gran Alemania, que dedica 1.541 euros al I+D y cuenta con un PIB per cápita de 36.290 euros, un 41,6% más alto que el de España.

Podríamos seguir, país por país, como en el caso de República Checa, cuyo PIB per cápita ha crecido un 20%, mientras que el español apenas ha aumentado un 5,3% desde 2008, momento en el que nuestra economía se quedó completamente obsoleta.

Si seguimos analizando, veríamos que los países que más invierten en I+D o bien tienen ya un PIB per cápita mucho más alto que el de España o bien están creciendo a ritmos mucho mayores que el nuestro.

Esto demuestra que, ante situaciones de crisis, los países que más invierten en I+D superan mejor las dificultades y, además, generan mayor riqueza para sus habitantes.

Y si esto es tan evidente y claro, ¿Cuál es el motivo por el que España, siendo la cuarta economía de la Unión Europea, ocupa el puesto 16 en este ranking (el 14 de los 27, porque Irlanda no ha publicado datos)?

La I+D no produce resultados a corto plazo: tarda años

Solo encuentro una respuesta: porque, en general, la I+D no produce resultados a corto plazo. Tarda años en generar empresas que se conviertan en «unicornios», y, por lo tanto, ningún gobierno de los que hemos tenido en este país ha pensado a largo plazo.

Es más fácil dedicar el dinero público, como hace este gobierno, a hacer crecer el gasto en personal, que paga votos; a subvenciones, que generan fidelidades; o a repartir dinero entre países, que mañana pueden recoger a nuestro presidente si tiene que huir de la justicia, como hizo en su día Bettino Craxi.

Solo con lo regalado a esos países donde «huir», habríamos subido un puesto en el ranking, ganado a Italia y estaríamos al borde de superar a Estonia.