Baja médica
Un abogado laboralista explica qué hacer al terminar tu baja médica: «Es algo que no se sabe y es muy útil»
Cuando se obtiene el alta, no siempre se está en condiciones de realizar el trabajo habitual con normalidad
Al finalizar una baja médica, muchos trabajadores se enfrentan a un dilema importante sobre su regreso al trabajo. Por ello, el abogado laboralista y CEO en Morán Ortiz Abogados Juan Manuel Lorente, conocido por sus vídeos divulgativos en redes sociales como Instagram, asegura que es crucial solicitar un reconocimiento médico casi inmediatamente después de recibir el alta.
El reconocimiento médico puede ser fundamental, ya que hay ocasiones en que los empleados reciben el alta sin estar completamente preparados para retomar sus funciones laborales. Esto puede generar inconvenientes tanto al trabajador, que podría no estar en condiciones óptimas, como a la empresa, que podría verse afectada por la falta de productividad de un empleado que no se encuentra bien.
Resultados del reconocimiento médico
El resultado del reconocimiento médico puede clasificarse en tres categorías. El primero es «apto». Este resultado puede ser problemático si el trabajador aún presenta limitaciones o problemas de salud. Resulta paradójico que un reconocimiento médico indique que una persona está en condiciones óptimas cuando realmente no lo está.
El segundo resultado es «apto con limitaciones». Este escenario es relevante, ya que permite a los trabajadores que no se sienten al 100 % comunicar sus limitaciones. Esto puede llevar a que la empresa adapte el puesto de trabajo, facilitando un ambiente más adecuado y cómodo para las dolencias del empleado. Esta opción es esencial para aquellos que desean reintegrarse al trabajo sin poner en riesgo su salud.
Finalmente, el tercer resultado es «no apto». Este resultado puede ser peligroso, dependiendo de las intenciones del trabajador. Si se emite un informe de no apto, la empresa está obligada a buscar un nuevo puesto para el empleado, siempre y cuando esto no suponga una carga excesiva para la compañía. Si la reubicación resulta ser un desafío significativo, el trabajador podría enfrentar un despido. En caso de finalizar su contrato, la indemnización correspondiente sería de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
Solicitar que el resultado del reconocimiento médico sea «no apto» puede ser una solución para aquellos que no desean regresar a su puesto de trabajo porque no se encuentran preparados para ello.