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El probable nuevo presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, con la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre.MÁS MADRID/Europa Press

¿Aguantaría como presidente de Renfe el amigo de Rita Maestre? Algunos lo dudan

Fuentes bien informadas señalan que la salida anteayer de Raúl Blanco de la presidencia de Renfe no ha sido ninguna sorpresa: en el Ministerio de Transportes lo sabían desde diciembre.

Puente no conectaba bien con Blanco, a quien él no puso en el cargo, como tampoco lo hacía con Ángel Contreras, a quien destituyó como presidente de Adif en septiembre: «Desde entonces ya iba diciendo que tenía en la cabeza cargarse a Blanco», señala una fuente conocedora.

Si Blanco ha durado tanto en su puesto ha sido en buena medida por su conexión con el PSC (Partido de los Socialistas Catalanes). La importancia de esta facción para el partido de Sánchez ha hecho que Puente aguantara. El próximo presidente de Renfe parece que puede romper con una trayectoria de presidentes catalanes sostenida en los últimos años que dio un peso considerable a la región en la compañía, especialmente cuando mandó Isaías Taboas, momento en el que había un número considerable de consejeros de allí.

El relevo de Raúl Blanco parece que va a ser Álvaro Fernández Heredia. Madrileño de 44 años, es ingeniero de Caminos y gran conocedor del sector del transporte, pero expertos de este mundo piensan que Renfe podría devorarle.

La líder ferroviaria española es una empresa difícil; más aún para alguien que no ha trabajado nunca en el mundo ferroviario, como Fernández Heredia. «Puede hacerlo muy bien en la planificación del transporte, con los cercanías, por ejemplo. En servicios comerciales, que abarcan la competencia con Ouigo e Iryo, y en internacionalización, dos de los grandes retos de Renfe, tengo más dudas», señala una fuente del sector.

Si finalmente llega al cargo y su estrategia y sus maneras no gustan, puede encontrarse perfectamente con una plantilla que se cruce de brazos y se ponga en huelga de la mano de unos sindicatos que tienen mucha fuerza en esta compañía. A su favor tiene que posee un carácter dialogante y contará con todo el poder otorgado por Óscar Puente.

El probable nuevo presidente es del círculo de confianza del ministro de Transportes. Entró en él cuando fue responsable de la sociedad Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA) entre los años 2019 y 2023, coincidiendo con Puente como alcalde de la ciudad, y desarrolló un trabajo que le convenció. De allí se fue al Ayuntamiento de Madrid, donde fue concejal por MasMadrid durante diez meses, hasta que pasó al Ministerio de Transportes, donde fue nombrado secretario general de Movilidad Sostenible, cargo que desempeña hasta la actualidad. Antes de estos puestos había ocupado un papel clave en la creación de Madrid Central, cuando Manuela Carmena fue alcaldesa de Madrid, entre los años 2015 y 2019. Fernández Heredia fue en esos años director gerente de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.

El posible nuevo presidente de Renfe, que además de ingeniero de Caminos es doctor en Infraestructuras de Transportes, cuenta con veinte años de experiencia profesional en el sector de la movilidad y el transporte y ha desarrollado su actividad en consultoría, investigación y docencia universitaria, asumiendo puestos de gestión a distintos niveles. Quienes le conocen no dudan de que tiene una visión completa del sector del transporte, pero no habla el mismo lenguaje que los profesionales de Renfe al no ser ferroviario (algo importante en una empresa tan endogámica como Renfe) ni ha tenido experiencia ejecutiva en una compañía de este tamaño. «No hay duda de que sería un reto interesante para él, teniendo todo el poder, pero creo que Renfe se lo va a comer. Lo que habría hecho falta es un experto en reestructuraciones empresariales», afirma un experto.

Fernández Heredia llegaría con mando en plaza para acometer una revolución en toda regla en una empresa que pasa por muy mal momento: «Tiene una trayectoria reciente muy confusa y complicada. Han pasado cosas que en otra época habrían implicado despedir de manera fulminante a cualquiera», señala otro experto del sector.

La última fue el problema del uno de enero con el fallo informático que provocó la parada de la circulación de trenes en diversas localidades. Los especialistas en este negocio coinciden en que urge un plan nacional de transporte ferroviario del que derive un plan nacional de infraestructura ferroviaria y, en particular, de una estrategia de ancho de vía: «El sector del ferrocarril tiene que ponerse ya las pilas. No se trata tanto de más inversión, que ya se está produciendo, sino de enfocarla de manera eficaz», indica un especialista. Habrá que ver si Fernández Heredia es el oportuno para formar parte de este plan.