Así paga el trabajador medio con el 69 % de su salario los gastos de Sánchez y su Gobierno

Una de las tareas que tenía pendiente era montar un sistema para poder saber lo que recauda la Administración Central -sin contar con lo que recaudan en impuestos propios ni las comunidades autónomas ni los ayuntamientos- del salario bruto de un trabajador.

Montar un sistema para que, introduciendo el dato del salario bruto de un trabajador y apretando solo la tecla de intro, me saliesen todos los cálculos, me pareció una tarea hercúlea.

No hay que olvidar que hay que calcular lo que corresponde pagar a la empresa por los diferentes conceptos de pago a la Seguridad Social, lo que toca pagar al trabajador también a la Seguridad Social en su nómina, las retenciones que tiene que pagar suponiendo una situación de soltero y sin hijos y, del neto que le queda, calcular el IVA que va a pagar cada vez que use el dinero, bien para hacer la compra diaria o semanal, o comer el menú fuera de casa o tomarse una cerveza con sus amigos o familiares.

Esto era demasiado complejo para mí y tuve que buscar ayuda.

Muchos empresarios opinan que al trabajador se le debería dar su salario bruto y ser él quien proceda todos los meses a pagar a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria

Así que lo que se me ocurrió fue pedirle ayuda a un gran tecnólogo, que además maneja el Excel con los ojos cerrados, y le expliqué lo que quería. Ese tecnólogo es el consejero delegado de la empresa consultora de fondos europeos De Madrid a Europa. Se llama Ignacio Basco y además es el coautor del libro El ocaso del Estado del Bienestar, que saldrá a finales de febrero editado por Almuzara.

Tardó una mañana en montarme la hoja, y a partir de aquí vamos a hacer un poco de ruido sobre lo que recauda el Estado de los trabajadores de nuestro país. La cifra da más que escalofríos al ponerla en negro sobre blanco.

Como lo que toca ahora es explicar lo que hemos preparado entre Ignacio y yo, hoy les queremos contar qué pasa si usted gana el salario medio anual que publica el INE y que es de 26.949 euros. Difiere sustancialmente del que dice Adecco Group Institute, que lo valora en 23.772 euros, pero, como el modelo de cálculo está abierto, si alguien tiene interés, podemos calcular lo que cualquier lector quiera.

A nuestros políticos, al contrario que a los empresarios, les gusta poner siempre los salarios brutos en datos mensuales y calcular sobre 14 pagas. El INE los pone anualizados y, por lo tanto, los impuestos los vamos a calcular anualizados, aunque luego demos un dato mensual del neto que queda.

Lo primero es entender qué paga el empresario desde el día 1 de enero de 2025 por ese salario medio que dice el INE de 26.949 euros y los porcentajes que le corresponden.

El empresario paga a la Seguridad Social por diferentes conceptos y porcentajes, con un límite que no aplica hasta salarios mucho más altos, y no vamos a entrar ahora en ese detalle.

Los conceptos por los que paga son:

1) Un 23.6 % por el concepto de Contingencias Comunes, que no es otra cosa que la retención que paga el empresario destinado a cubrir situaciones de enfermedad común, accidentes no laborales, maternidad, paternidad, invalidez y jubilación.

2) Un 1.5 % por Contingencias profesionales: esta retención se utiliza para financiar los gastos producidos por los accidentes de trabajo que llevan a una incapacidad temporal o permanente o a las prestaciones por fallecimiento del trabajador, y que sirven para financiar las pensiones de viudedad y de orfandad.

3) Un 5.5 % por desempleo, que es la aportación para cubrir la prestación por desempleo.

4) Un 0.6 % para Formación Profesional, que es una aportación obligatoria que se destina a financiar el acceso de los trabajadores, tanto ocupados como desempleados, a acciones formativas y de mejora de competencias profesionales.

5) Un 0.2 % para el FOGASA, que es la aportación empresarial para garantizar el pago de salarios y de indemnizaciones de trabajadores en caso de impago.

6) Por último, en 2025 el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que es un 0.67 % y que entró en vigor en enero de 2023. Su objetivo es reforzar el sistema de pensiones de cara al futuro, porcentaje que va a ir incrementándose año tras año según está así definido.

El trabajador cuesta al empresario un 32.1 % más de lo que realmente cobra en bruto

Así que, por todos esos conceptos, el empresario que contrata a un trabajador con un salario de 26.949 euros tiene que pagar al año 8.640 euros. Significa que para ese empresario el trabajador que gana el salario medio que dice el INE, a todos los efectos, realmente les cuesta 35.589 euros, un 32.1 % más de lo que realmente cobra en bruto el trabajador.

A continuación vamos a ver qué paga el trabajador a la Seguridad Social.

Los conceptos son los mismos. Cambian los porcentajes. El único concepto por el que el trabajador no paga es del Fondo de Garantía Salarial. También hay variaciones en algunos porcentajes, dependiendo del sector en el que se trabaje. Para este cálculo hemos seleccionado el estándar.

Si miramos la tabla que hemos preparado para el caso vemos que, en total, al trabajador, el empresario, en nombre del Estado, le descuenta de la nómina anualmente 1.990 euros por estos diferentes conceptos.

Es importante recordar que sobre el empresario recae el esfuerzo, no solo de calcular cuáles son las retenciones y de hacer los cambios en las aplicaciones correspondientes cada vez que cambian las bases de cotización, sino además de tener que ingresar mensualmente esas retenciones y que no se le ocurra dejar de pagar.

Hay muchos empresarios que opinamos que al trabajador se le debería dar su salario bruto y ser él quien proceda todos los meses a pagar a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria, no solo por descargar de trabajo al empresario, sino también para que el trabajador sepa lo que realmente está pagando, y si no lo hace, que sea su responsabilidad.

Así que ya vemos que el trabajador ya no gana 26.949 euros anuales, sino que, descontada la Seguridad Social, le quedan 24.959 euros.

Ahora llega Hacienda, a quien no le importa que el trabajador ya no gane 26.949 euros, sino un 7.4 % menos, porque para la retención del IRPF solo interesa el salario bruto.

En el caso de los 26.949 euros, las retenciones anuales que se le aplican quedan de la siguiente manera.

Dado que para el cálculo del IRPF están exentos los primeros 5.500 euros, las retenciones por IRPF quedan en una media del 19.32 %, y se le retienen al año 5.205 euros, que hacen que el neto que recibe el trabajador, descontado las retenciones de la Seguridad Social y del IRPF, sean de 19.754 euros.

Está claro que con ese salario el trabajador va a pagar todos sus gastos que, además, todos ellos llevan IVA.

De acuerdo con el informe de la Agencia Tributaria, con los datos del 2023, el promedio de IVA pagado por las rentas de este país fue de un 14.3 % y, como el IVA es el impuesto más regresivo que hay, pues paga igual el que gana 15.000 euros que el que gana 1 millón.

Por lo tanto, del consumo de los 19.754 euros que va a realizar el trabajador, hay 2.825 euros que van a ir para el Estado. Seguro son un poco más, porque tanto los alcoholes, como las cervezas y los combustibles, tienen impuestos especiales que habría que sumar a estas retenciones. Para no complicar más este cálculo, hemos decidido no incluirlo.

Por lo tanto, para que sea fácil visualizar lo que le sucede a un trabajador que cobra el salario medio anual que publica el INE, su situación real es la siguiente:

Vemos que el empresario le paga al Estado 8.640 euros por la Seguridad Social, el trabajador paga al Estado 1.990 euros también por la Seguridad Social, más 5.205 euros de IRPF, más 2.825 euros por IVA y que, por lo tanto, lo que está pasando es que el salario medio español tiene un porcentaje de impuestos totales del 37.2 %.

Si sumamos lo que paga el empresario y lo que paga el trabajador, entre los dos abonan a Pedro Sánchez y su cohorte 18.660 euros al año, que suponen una presión fiscal de un 69.2 %.

Al trabajador le quedan netos 16.929 euros para vivir, que equivalen a 1.411 euros al mes.

Si esto no es una dictadura fiscal, que se lleva por el salario medio el 69.2 % en impuestos, Ignacio y yo somos los astronautas que llegaron a la Luna. ¡Esto es un asalto con nocturnidad y alevosía!