Puente rectifica con Renfe mientras busca negocio en Londres
El propio ministro fue el que dijo que a él le gustaría que Renfe se convirtiera en «una Aena», en referencia al gestor aeroportuario

-El ministro español de Transportes, Óscar Puente tras reunirse en Londres con el secretario general de la OMI
Antes, tampoco hace tanto, cuando el Gobierno español quería ayudar a las empresas españolas a competir en proyectos internacionales se hacían las cosas de otra manera. Se organizaba un viaje de Estado, con el Rey a la cabeza; el presidente del Gobierno ayudando, y los ministros de turno y no de turno acompañando en el viaje al empresariado español. No éramos los únicos. Lo hacen todos los países empezando. Ahora las cosas han cambiado, el Rey viaja poco y sin compañía.
Por eso no me ha sorprendido el viaje de Óscar Puente a Londres para apoyar a las empresas españolas que van a concursar en el futuro del ferrocarril de Reino Unido. Ha volado solo y se ha entrevistado con su homóloga del Reino Unido, Heidi Alexander. No es que dude de las dotes diplomáticas de Puente, de todos conocidas, pero estoy seguro de que una ayuda no le hubiera venido nada mal. Sobre todo porque la Corte de Saint James es sobre todo eso: una monarquía; y las buenas relaciones —incluso familiares— de ambas instituciones podrían ayudar. Y mucho.
«Me cuentan que el ministro se sorprendió de la cantidad y calidad de los contratos que las empresas españolas mantienen en Gran Bretaña. Pues bien está que se entere, pero mejor que ayude»
El caso es que Óscar Puente se informó de qué es eso de renacionalizar el ferrocarril inglés; habló de movilidad sostenible; y, en ausencia de la ministra española del ramo, se refirió a lo de avanzar en la descarbonización. Pero más interés, al menos para las empresas españolas, tiene la ampliación del aeropuerto de Luton y, sobre todo, la construcción de la línea de alta velocidad entre Londres y Birmingham.
De hecho, ayer por la tarde, Puente se reunió con las empresas españolas que ya trabajan en el Reino Unido, sobre todo en el sector ferroviario y en la gestión de los aeropuertos. Allí estaban los Ineco, Aena, Ferrovial, Acciona, FCC, Sacyr, Dragados, Pacadar UK, Indra, CAF, Typsa, Go Ahead, Idom o Sener. Me cuentan que el ministro se sorprendió de la cantidad y calidad de los contratos que las empresas españolas mantienen en Gran Bretaña. Pues bien está que se entere, pero mejor que ayude. A ver.Pero la patata caliente del viaje era otra. El ministro tuvo que mostrarse taxativo y negar que haya planes para integrar Renfe con Adif y Talgo como ha publicado la prensa española esta semana. Y no es que la prensa se lo inventara. El propio Puente fue el que dijo que a él le gustaría que Renfe se convirtiera en «una Aena», en referencia al gestor aeroportuario. Pues días después ha tenido que rectificar, aunque él diga que le malinterpretó la prensa. En fin…
Por cierto, que también rechazó que en esa operación estaría incluido Talgo: «No hay ningún país de Europa en el que un fabricante opere de manera conjunta o fusionada con un gestor ferroviario. El gestor ferroviario tiene que trabajar con distintos tipos de fabricantes: Renfe trabaja con Talgo, pero (también) trabaja con CAF, con Stadler, con Alstom…». Pues gracias por recordárnoslo, pero la especie no se la inventó la prensa.
De hecho, Puente reconoció que lo de hacer de Renfe «una Aena» fue «una expresión un tanto tosca», con la que quería aludir a que su intención es dotar al gestor ferroviario de «la eficiencia que Aena está demostrando en su sector». Pues sí: bastante tosca. Muy en la línea del ministro. Y además descartó que Renfe pudiera sacar parte de su capital a Bolsa en un horizonte temporal inmediato o a largo plazo.
Y como aunque estaba en Londres le tocaba recular, también se refirió a la multa impuesta por Renfe a Talgo por los dos años de retraso en la entrega de trenes. Dijo que «los contratos hay que cumplirlos», pero habló de un margen de acuerdo entre las empresas para que la sangre no llegue al río. ¡Será por retrasos!
¿Y sobre Talgo qué? Pues que hay «muchas opciones abiertas sobre la mesa». Es decir, que lo de Sidenor ya está hecho. Lo veremos pronto.