Airbnb responde a Sánchez: «No somos el principal problema de la vivienda»
Los anuncios de pisos turísticos en las grandes ciudades «no superan el 0,5 % de la oferta total de viviendas», afirman
Pedro Sánchez anunció, la pasada semana, 12 nuevas medidas en materia de vivienda, que se fundamentan en la promoción de vivienda pública, pero también en la limitación de los pisos turísticos. Durante su discurso, el presidente del Gobierno llegó a afirmar que en este país «sobran Airbnb y faltan viviendas», criticando que durante los años de gobierno del Partido Popular «se rescató al sector financiero y se abrieron las puertas de par en par de nuestras ciudades a empresas como Airbnb».
Este martes, el director general de la empresa estadounidense para España y Portugal, Jaime Rodríguez de Santiago, ha querido responder a esta afirmación en un encuentro con los medios, aportando una serie de datos procedentes de Eurostat, del INE y de Oxford Economics (OE), que explican porque no son «el principal problema».
Rodríguez de Santiago ha asegurado que los anuncios dedicados exclusivamente a la actividad turística disponibles en Airbnb en las grandes ciudades «no superan el 0,5 % de la oferta total de viviendas». Además, poniendo como ejemplo a Barcelona ha afirmado que «pese a que la moratoria cumple 10 años y se ha reducido la oferta más de la mitad, los precios de la vivienda en la Ciudad Condal no han parado de subir».
«El estudio también estima que, si todos los anuncios de Airbnb se devolvieran al mercado residencial, los precios de las viviendas locales en estas ciudades caerían en menos del 0,4 % en Barcelona y el 0,3 % en Madrid», ha remarcado el directivo.
Masificación turística
Airbnb también ha querido responder a todos aquellos que les acusan de la masificación turística. La compañía reconoce que algunas ciudades y destinos en España tienen en el turismo de masas y en la concentración de la actividad turística un enorme desafío, pero citando datos recientes de Eurostat que indican una tendencia en la distribución de la oferta de alquileres de corta duración en España desde los focos turísticos tradicionales hacia regiones más pequeñas y menos visitadas, Rodríguez de Santiago asegura que «Airbnb ha jugado un papel importante en la redefinición del turismo en España guiando a los viajeros hacia destinos menos conocidos».
Además, considera que «prohibir las viviendas de uso turístico o adoptar medidas agresivas contra este tipo de alojamientos, supone entregar a los hoteles todo el poder para fijar precios, castigar a las familias, además de poner en riesgo el impacto económico que suponen este tipo de alojamientos».
«Distinciones claras»
La conclusión de Airbnb es que regular los alquileres de corta duración pone en riesgo 30.000 millones de euros, un 2 % del PIB y 400.000 empleos, según se refleja en el informe de Oxford Economics. Asimismo, ve en las restricciones una medida «apresurada» y que podría resultar en altos costes para las familias.
Por ello, ha insistido en reclamar un modelo «que deje de señalar a esta actividad como el chivo expiatorio de los grandes desafíos de la vivienda» y que permita a las familias y áreas rurales «beneficiarse del turismo, mientras se abordan de manera efectiva los problemas donde sea necesario».
«Sin embargo, las autoridades han centrado sus normativas en limitar los alquileres de corta duración sin tener en cuenta consideraciones importantes, como la ubicación (rural o urbana) o el tipo de actividad (ocasional o dedicada)», han resaltado desde la empresa.
Ante ello, Airbnb propone la distinción clara entre los alquileres turísticos de corta duración y el hospedaje ocasional en los hogares de las familias; un sistema de registro único y armonizado, según la normativa de la UE; reglas basadas en evidencias y datos, y regulaciones adaptadas a las necesidades de áreas menos frecuentadas o rurales.